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Era sábado y Liahna se encontraba saliendo de la torre de las lechuzas después de haber enviado una carta para su padre en la que le pedía que comprara un vestido para ella para el día del baile, deseaba con todas sus fuerzas que esa carta llegara...

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Era sábado y Liahna se encontraba saliendo de la torre de las lechuzas después de haber enviado una carta para su padre en la que le pedía que comprara un vestido para ella para el día del baile, deseaba con todas sus fuerzas que esa carta llegara rápido y que así de rápido su padre le enviara lo que necesitaba, después de todo, el día se acercaba cada vez más.

Lia estaba metida en sus pensamientos mientras caminaba y pensaba, que sintió un pequeño murmullo, pero sus pensamientos fueron mucho más grandes que lo nublaron por completo, luego sintió una pequeña risilla que hizo que espabilara.

—Oye...— escuchó no muy lejos de ella. La pelirroja volteó y vio a Cedric allí, apoyado en la pared, con los brazos cruzados y con una sonrisa burlona.

—Ah- ¿que- que?— preguntó ella confundida.

—Estoy llamándote desde que te vi caminando hacia acá y estás bien perdida en tu mundo.— explicó él.

—Ahhh... si.— dijo ella y rió.— lo siento... estaba... pensando, cosas.

—Si, ya lo noté.— dijo él acercándose a ella. —¿En que tanto piensas? ¿Que haces por acá?— preguntó.

—Estaba enviándole una carta a mi padre... a ver si puede enviarme un vestido para el baile.— explicó la pelirroja.

—No tienes que preocuparte tanto por el vestido Lia, lo que sea que lleves puesto ese día, se te verá hermoso.

—Pero es que no tengo nada para una ocasión como esa, Cedric.— dijo ella cruzándose de brazos. —¿acaso me pondré unos jeans y un top?

Cedric rió y se acercó más a ella, desenredando sus brazos, colocándolos al rededor de su cuello y luego él rodeando su cintura con sus brazos. —Con eso también te verás hermosa.

—Habló en serio, Cedric.— dijo ella seria.

Cedric la miró con dulzura. —Estoy seguro de que encontrarás el vestido perfecto. Y si no, buscaremos juntos, ¿de acuerdo?

Lia asintió con una sonrisa. —Bueno...— Cedric la miró unos segundos a los ojos y eso bastó para ponerla nerviosa, así que ella apartó su mirada dirigiéndola hacia el campo. —¿Que bonita está la tarde, no?— dijo para cambiar el tema.

Cedric rió ante su reacción... la conocía tan bien. —Si, pero no está más bonita que tú.

Lia sonrió tímidamente ante el comentario de Cedric, sintiendo sus mejillas arder, Lia miró a Cedric y luego suspiró. —¿No es raro?— preguntó ella mirándolo a los ojos.

—¿Que cosa?— preguntó él.

—Nosotros...— dijo ella a lo que Cedric frunció el ceño. —Quiero decir... es que hace unas semanas yo... jamás pensé que realmente nosotros podíamos... llegar a ser algo más que mejores amigos... y... tú eres tan dulce y tan romántico y... luego estoy yo que aún proceso la información y me da vergüenza tener algún gesto contigo porque siento que te sentirás incómodo.

Delicate (Cedric Diggory)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora