27.

1.2K 65 66
                                    






⚠️Este capítulo contiene escenas explícitas, (sexuales, +18, como quieran llamarle) que pueden resultar incómodas para el lector, se recomienda leer con discreción y si no se sienten cómodos pueden saltarse esa parte del capítulo o dejar de leer si gustan.⚠️



Habían pasado dos días desde que todo había mejorado para Lia y para su grupo de amigos, aún no sabían quien había causado todo lo que había pasado entre ellos, pero lo único que agradecían es que todo se había aclarado entre ellos y que había vue...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.





Habían pasado dos días desde que todo había mejorado para Lia y para su grupo de amigos, aún no sabían quien había causado todo lo que había pasado entre ellos, pero lo único que agradecían es que todo se había aclarado entre ellos y que había vuelto todo a la normalidad.

—Corre, corre, llegaremos tarde.— dijo Lia mientras Anya corría detrás de ella.

—Espérame, voy a resbalar.— se río la castaña.

Ambas llegaron al pasillo y miraron hacia todos lados. —¿Donde están?

—Pixies.— susurró alguien. Las dos voltearon, pero no vieron a nadie. —Pixies, por aquí.— pronto las jalaron de los brazos y cerraron una puerta detrás de ellas.

—¿Que carajos es esto?— preguntó Anya asombrada mientras que a Lia ni siquiera le salían las palabras de la boca.

—¡Nuestro festejo por volver a ser amigos!— dijo Dante.

—Nunca dejamos de serlo.— recordó Chris.

—Eso es cierto.

—No sabía que este lugar existía... no recuerdo haberlo visto...— dijo Lia.

—Eso es porque no existe... es la sala de los menesteres.— explicó Cedric.

—¡No digas! ¡¿Quien la encontró?!— preguntó Lia emocionada.

—Tú noviecito la encontró.— respondió Dante.

—Muy bien mi Vida.— dijo Lia apretando la mejilla de Cedric.

La sala de los menesteres estaba decorada con luces parpadeantes y colores vibrantes. Una mesa central estaba repleta de bocadillos y bebidas, mientras que la música llenaba el aire. El grupo de amigos se reunió en el centro, celebrando su amistad.

—Joder, cuanta comida.— dijo Dante.

—Lo único en lo que piensas.— dijo Anya rodando los ojos.

—¿Y Que?

Cedric, Chris y Lia rieron. —Como extrañe esto.

—Vengan Pixies, siéntense.— dijo Dante, los cinco se sentaron y pronto comenzaron a hablar y a colocarse al día por así decir.

—¡Por volver a ser amigos!— exclamó Anya, levantando su copa de vino.

—Y porque nuestra amistad que es inquebrantable.— agregó Lia, sonriendo.

Brindaron y se sumergieron en la celebración, compartiendo risas y anécdotas. La sala de los menesteres parecía transformarse según sus deseos, creando un ambiente mágico para la ocasión.

Delicate (Cedric Diggory)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora