"A veces me pregunto cuando duermes: "¿alguna vez estarás soñando conmigo?" A veces cuando te miro a los ojos, pretendo que eres mío todo el maldito tiempo."
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—¿Amm, si?— dijo la pelirroja.
—Ven, necesito hablar contigo.— dijo serio.
—Hablaremos luego... estoy ocupada.— dijo ella comenzando a enojarse por su actitud.
—No hablaremos luego, hablaremos ahora.— dijo para acercarse a ella.
Lucas se puso frente a ella. —Hey, déjala tranquila, que te dijo que no quiere hablar.
Cedric rió irónico. —¿Tienes algún tipo de idea sobre ella? Claro que no, tú no la conoces ni tienes porque meterte en asuntos que no son de tu importancia, necesito hablar con ella y punto.— dijo para quitarlo del camino y tomar a Lia por el brazo.
La arrastró hasta afuera de la sala común, mientras ella forcejeaba para que la soltara.
—¡¿Cual es tu maldito problema?!— dijo ella una vez salieron.
—¿Cual es mi problema? ¿Cual es el tuyo?— dijo enojado. —¿tienes alguna idea de lo que estás haciendo? Te estabas besando con un extraño que acabas de conocer.— dijo Cedric enojado.
—Ese no es tu problema.— contestó ella.
—Si, si es mi problema, ¿que crees que diría tu papá si viera que permití que hicieras esto?
—¡Eres un estúpido! Estás todo el tiempo tratando de controlarme y decirme que hacer, piensas que soy de tu propiedad porque la mitad de mi vida he estado detrás de ti, pero no es así.
—En ningún momento he dicho tal cosa, Liahna. ¡Estoy tratando de cuidarte! Ese tipo no tenía ninguna buena intención contigo. Y te lo digo porque soy hombre.
—¡Eso es una estupidez! No sabes que carajos estás diciendo, solamente lo haces para joderme.
—¿Oh, crees que lo hago para joderte? Pues te equivocas, ¿acaso crees que no vi como te ponía las manos en el trasero?
La discusión entre Cedric y Lia se había intensificado, y los dos estaban visiblemente alterados. Estaban parados afuera de la sala común, enfrentándose con sus emociones y palabras.
—Eso no te da derecho a meterte en mi vida, Cedric. No eres mi guardián ni mi protector. Estoy harta de que actúes como si supieras lo que es mejor para mí.
Cedric se frotó la frente frustrado. —No se trata de actuar como si supiera lo que es mejor, Lia. Se trata de preocuparme por ti. No quiero que te lastimen.
Lia cruzó los brazos, mirándolo con desafío en los ojos. —¿Y tú crees que tú puedes protegerme de todo? ¿Crees que siempre voy a necesitar a alguien que me diga lo que debo hacer?
Cedric apretó los puños con impotencia. —No se trata de eso, Liahna. Se trata de que me importas demasiado como para verte en situaciones de riesgo.
