15.

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—Admítelo

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—Admítelo... nunca me has visto como algo más, nunca te he llamado la atención, nunca te he parecido bonita y me la he pasado la mitad de mi vida detrás de ti y tú solo... besas a cualquier chica que se te plante en frente mientras que yo siempre voy a ser tu última opción... incluso creo que ni siquiera soy una opción.

—Nada de lo que dices es cierto.— dijo él con el ceño fruncido.

—¿Entonces por qué no me lo demuestras?— dijo acercándose a él.

Lia se acercó aún más a Cedric, mirándolo con ojos llorosos y una expresión vulnerable en su rostro. Cedric se sentía atrapado en un dilema emocional. Por un lado, quería proteger y cuidar a Lia, especialmente en su estado actual, pero por otro lado, sus palabras le habían tocado profundamente.

—Lia, no puedo hacer esto ahora. No es el momento adecuado. Debes descansar y sentirte mejor.— dijo Cedric, tratando de mantener la calma mientras ella seguía acercándose.

Ella pareció frustrada y herida por su respuesta, y en un momento de desesperación se acercó aún más a él sentándose a horcajadas en sus piernas. —¿Por qué no?— preguntó ella, casi en un susurro.

La cercanía de Lia y su posición en las piernas de Cedric generaron una tensión palpable en la habitación. Cedric estaba atrapado entre su preocupación por la situación de Lia y los sentimientos que había mantenido ocultos durante tanto tiempo.

—Lia, por favor, esto no está bien. No estás en tu estado normal, y no voy aprovecharme de ti de esta manera.— dijo Cedric con voz temblorosa, tratando de mantener la cabeza fría.

Lia lo miró profundamente a los ojos, y aunque su mirada estaba nublada por la confusión y la tristeza, había una chispa de deseo en ellos. Lentamente, acercó sus labios a los de Cedric en un intento de besarlo nuevamente.

Cedric sintió su corazón latir con fuerza mientras los labios de Lia se acercaban a los suyos. Una parte de él se resistía, consciente de la situación delicada en la que se encontraban, pero otra parte ardía de deseo. Sus labios se rozaron suavemente en un beso apasionado y lleno de emociones encontradas.

La habitación se llenó de una tensión aún mayor, y por un breve momento, Cedric correspondió al beso de Lia, dejando que sus labios se encontraran en un torbellino de sensaciones.

—Lia.— suspiró él en sus labios.

—Shhh...— dijo ella. —Solo bésame, por favor.

Cedric luchaba internamente entre la razón y la pasión, pero la conexión con Lia era innegable. Deslizó sus manos con cuidado por la espalda de Lia, acercándola aún más a él, profundizando el beso con pasión y ternura. Sus corazones latían al unísono mientras se entregaban a la intensidad del momento.

El tiempo pareció detenerse mientras se besaban apasionadamente en medio de la habitación. La fragilidad emocional de Lia y la confusión de Cedric se mezclaron en ese beso, creando un vínculo aún más fuerte entre ellos.

Delicate (Cedric Diggory)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora