Acuerdo Incumplido

521 47 5
                                    

Pov Daniela

La alarma suena despertándome de un su sueño profundo, la mañana llega más rápido de lo que deseo. La suave luz de la mañana se filtra por las cortinas que comienzan a abrirse, pintando destellos dorados en la habitación. Me estiro en la cama, todavía sintiendo el agradable cansancio de la noche anterior. Busco el contacto con Johan, sin embargo, al extender mi mano para acariciar el espacio junto a mí, encuentro las sábanas frías y vacías. Me siento y miro alrededor, notando la ausencia de la figura de mi esposo. Mi mente se despierta por completo, recordándome el día ocupado que me espera en la agencia. La llegada del nuevo COO, los preparativos para la presentación con Tesla, y la montaña de tareas que me esperan es suficiente material para hacerme soltar un suspiro profundo. Me recuesto en la cabecera de la cama y automáticamente una sonrisa se posa en mis labios cuando veo a mi esposo entrar con cuidado a la habitación con una bandeja en su mano.

El aroma a café recién hecho llega a mi nariz. Johan se sienta frente a mí y pone la bandeja sobre la cama. La charola está llena de delicias: tostadas, huevos revueltos, frutas frescas y una taza de café humeante.

-¿Qué está tramando, señor Vera? -pregunto en tono juguetón, cruzando los brazos sobre el pecho y observándolo con una ceja enarcada.

Levanta la mirada y su rostro se ilumina con una sonrisa -¡Vaya, que mal concepto tienes de mí! No tramo nada malo, solo quiero consentir a mi esposa esta mañana y ver si puedo enamorarla un poco más. Quería sorprenderte con el desayuno antes de que te despertaras.

No puedo evitar sentirme derretida por su gesto cariñoso -Bueno, no es necesario tanto esfuerzo para enamorarme. Tú ya lo hiciste hace tiempo. Gracias amor, igual me sorprendiste -me acerco a él y le robo un rápido beso

Johan ríe y me entrega la taza de café -¿Cómo dormiste?

-Eso debería preguntarte yo a ti. Te levantaste temprano -respondo mientras tomo un sorbo de su café

Él toma un poco de café también y luego me regala una hermosa sonrisa -Tenía algunas cosas que atender -señala el desayuno- Un pequeño gesto para recordarte cuánto te amo y también para expresarte cuánto me gustó lo de anoche -ahora es él quien se acerca para besarme en los labios- ¿Te gustó la sorpresa?

Asiento mientras acaricio su mejilla -¡Me encantó! Realmente lo necesitaba, especialmente con todo lo que tengo en la agencia en estos días.

-Exacto. Quería que empezaras el día con buen pie -comenta Johan mientras me da a probar una fresa.

-Me vas a mal acostumbrar y te va a tocar alimentarme todas las mañanas -digo con un tono consentido.

Me guiña el ojo -Eso no va a ser un problema para mí.

El desayuno fluye entre risas y uno que otro beso. Agradezco tanto estos momentos así con él, sentirme envuelta en su calidez y en la familiaridad de nuestro hogar.

Cuando terminamos de desayunar, Johan recoge la bandeja -Bueno, mi amor, ya va siendo la hora de ir a trabajar así que voy a llevar esto a la cocina mientras tú te bañas.

-Déjame hacerlo a mí, cariño -intento tomar la bandeja y me lo impide- Tú ya hiciste el desayuno -insisto.

Él se levanta llevando la bandeja consigo -Déjate consentir ¿Ok? -asiento con la cabeza- Bien, vuelvo enseguida.

Johan sale de la habitación y me levanto de la cama para tomar una ducha. Mientras el agua cálida cae sobre mi piel, dejo que mis pensamientos vaguen. Anoche, en medio de la pasión con Johan, deseé a María José mientras estaba en los brazos de mi esposo, ahora, en la claridad de la mañana luego del gesto encantador y amoroso de él, siento el acostumbrado nudo de culpabilidad apretar mi corazón. Suspiro suavemente, tratando de disipar los pensamientos intrusivos, aunque me siento amada y valorada por mi esposo, la complicación de mis emociones no desaparece. Me pregunto cuánto tiempo más podré mantener mi mundo equilibrado sin colapsar en el intento.

Entre El Odio Y El AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora