Entre El Odio Y El Amor

Tentación Prohibida

Pov Poché

Las voces de Kim y Damon rompen la burbuja de mis pensamientos, trayéndome de vuelta a la realidad. Mi mirada se desliza de la ventana a mis dos socios, que parecen ansiosos por saber cómo fue mi primera interacción en la agencia

Damon, notando mi distracción, levanta una ceja y dirige su mirada directamente hacia mí. Kim, siempre observadora, también parece percatarse de que mis pensamientos están en otro lugar.

—¿En qué o en quién estás pensando, primita? —pregunta Damon, saliendo de su lugar para sentarse en el sofá. Su tono de voz está lleno de diversión y con un toque de provocación.

Mi mirada se vuelve hacia él, y me veo atrapada entre la necesidad de mantenerme concentrada y la tentación de dejarme llevar por mis pensamientos.

—Nada importante, Damon —respondo con una sonrisa forzada, tratando de alejar cualquier sospecha.

Kim cruza los brazos sobre su pecho y me mira con un gesto de escepticismo —Vamos, María José, te conozco lo suficiente como para saber cuándo tienes algo en mente.

Damon se recuesta cómodamente en el sillón, su sonrisa cínica no pasa desapercibida —¿Acaso es el nombre de Daniela Calle el que ronda tu cabeza?

Me tenso ligeramente ante su comentario directo. Mientras me esfuerzo por ocultar mis emociones, no puedo evitar que un rastro de inquietud se asome en mi expresión. Intento disimularlo con un encogimiento de hombros casual.

—Daniela es solo una ficha en nuestro plan, Damon. No tengo tiempo para pensar en asuntos personales.

Kim interviene, sus ojos fijos en mí con una intensidad que me hace sentir como si estuviera bajo un microscopio —Puede que no tengas tiempo, pero eso no significa que no estés pensando en ello.

Damon frunce el ceño mirándome con curiosidad —¿Acaso estás desarrollando sentimientos? Recuerda que esto es serio.

Esbozo una sonrisa ladina —¿Sentimientos? ¿En serio Damon? Nunca he desarrollado sentimientos por ninguna mujer y esta, por mucho, no va a ser la excepción. Pero no puedo negar que el deseo está presente. Y esa es una ventaja que pienso aprovechar —decido cambiar de tema antes de que esto se vuelva incómodo. Me acerco a la barra y recargo mi vaso. Tomo asiento en una de las butacas antes de mirar a mis socios— No importa en qué esté pensando. Lo que importa es que debemos estar listos para el siguiente paso en nuestro plan. No podemos permitirnos ningún tipo distracciones.

Damon y Kim intercambian una mirada significativa, como si estuvieran compartiendo un secreto entre ellos. La tensión en la habitación se vuelve palpable, y aunque mis socios han notado mi estado de ánimo, deciden no presionar más.

—Tienes razón —dice Damon, su sonrisa cínica se transforma en una expresión más seria— Estamos juntos en esto, y debemos asegurarnos de que todo salga según lo planeado.

Kim asiente en acuerdo —Nada puede interponerse en el plan trazado.

Asiento, agradecido de que hayan dejado pasar el tema. Aunque mis pensamientos aún vagan hacia Daniela, sé que, en este momento, mi enfoque debe estar en nuestro objetivo compartido.

—¿Entonces? —pregunta Kim con impaciencia— ¿Cómo te fue?

—Todo fue según lo planeado. Mafe me presentó ante los principales directores y jefes de departamentos. Por supuesto, Daniela se asombró al verme allí como la nueva COO de su agencia —tomo asiento al lado de mi primo.

—¿Daniela estuvo de acuerdo en que te contrataran a pesar de saber que eres la misma persona con la que mantuvo un flirteo en Las Vegas? —cuestiona sorprendida.