Entre El Odio Y El Amor

Giro Inesperado

Pov Laura

Al acercarme al tal Damon, noto que de cerca se ve aún más atractivo...perfectamente atractivo. Sus ojos con una expresión de superioridad se posan en mí brevemente antes de volver a su copa. ¡Genial!, parece ser el tipo que se cree el centro del universo. Esto va a ser interesante.

—¿Qué tal si me preparas un Cosmopolitan? —le pido al barman con una sonrisa, tomando asiento al lado de Damon— Buenas noches —lo saludo, intentando iniciar una conversación.

Él levanta la vista de su bebida y vuelve a dedicarme una mirada, esta vez con una mezcla de interés y tedio al mismo tiempo.

—Si estás aquí para ligar, te has equivocado de persona —su voz es profunda y arrogante— No estoy interesado en tontear con modelos de la agencia donde trabajo. Aunque... —me mira apreciativamente de pies a cabeza— Debo admitir, eres bastante linda —pronuncia con un tono sugerente, dándole un trago a su whisky— Sin embargo, paso.

Levanto una ceja sorprendida por su franqueza y arrogancia. Definitivamente, este tipo necesita que alguien lo ponga en su lugar.

—¿Modelo? ¿De verdad? —digo con risa burlona— ¿Eso es lo mejor que tienes? —hago una pausa cuando recibo mi bebida. Le agradezco al chico antes de continuar— Mira, no estoy aquí para ligar contigo, solo quería un buen trago y una conversación interesante, pero parece que voy a conseguir solo lo primero.

Él me mira, claramente sorprendido por mi respuesta. Se nota que no está acostumbrado a que alguien le hable así y puedo ver un destello de respeto en sus ojos, aunque se esfuerza por ocultarlo— Bueno, parece que te subestime ¿Aceptas mis disculpas? —su tono suena más a un trámite que a una disculpa real— Es solo que, en mi experiencia, las modelos suelen ser un poco... —frunce sus labios a la vez que entrecierra sus ojos y debo admitir que se ve lindo— Intensas e interesadas.

—¿Y tú siempre haces juicios tan rápido? —cuestiono tomando de mi Cosmopolitan— Porque déjame decirte, que no todos los hombres en traje caro son necesariamente unos idiotas...Solo la mayoría.

Él se ríe, su risa es profunda y autentica. Por un momento puedo ver algo más allá de su fachada arrogante, quizás hay más en él de lo que parece a simple vista. Pero no voy a dejar que se salga con la suya tan fácilmente.

—Tienes razón. Debo decir que me sorprendes. No esperaba encontrar a alguien con tanta franqueza en esta fiesta —admite levantando su copa hacia mí.

—Pues acostúmbrate, siempre digo lo que pienso. Soy Laura, por cierto, la mejor amiga de... —iba a decirle de tu jefa, pero iba a darse cuenta que estuve indagando sobre él— Daniela Calle, la dueña de Lumière.

Sonríe de lado —Damon —responde inclinando ligeramente la cabeza— Encantado, Laura.

—Encantada de hacerte salir de tu zona de confort —le guiño el ojo, disfrutando de la ligera molestia que parece causarle.

—No me has sacado de mi zona de confort. Solo has hecha que la noche sea solo un poco más interesante —responde con un tono desafiante— Pero, aun así, no estoy interesado. Claro que, si tú estás tan interesada, tal vez en otra oportunidad, pero no te garantizo nada.

Suelto una carcajada —¡Oh, tranquilo! Ni en tus sueños más salvajes podría mostrar un mínimo de interés en ti. Mi estándar es un poco más alto que un simple arrogante con traje caro.

Nos miramos fijamente por un momento, midiéndonos el uno al otro. Hay una chispa en el aire, algo que no se puede negar. No nos caímos bien, pero hay una tensión subyacente que me dice que está no será la última vez que crucemos caminos.