Entre El Odio Y El Amor

Plan En Marcha

Pov Daniela

Chequeo mi reloj, son casi las ocho de la mañana, ya debe estar Nela por llegar. Hace hora y media que me encuentro en la oficina, luego de casi no dormir pensando en los problemas técnicos que estamos presentando, decidí venir temprano a la agencia. Lo primero que hice al llegar fue pasar por sistemas, ellos están trabajando desde anoche en busca de una solución rápida y efectiva, y aunque el director del área de sistemas me informó que antes del mediodía ya debería estar solventado el problema, la verdad es que hasta que no esté todo funcionando perfectamente no voy a estar tranquila. Tomo el último sorbo de mi café mientras repaso los informes de expansión de la agencia para mi reunión de las nueve con María José y el sonido de mi celular me interrumpe. Tomo el teléfono del escritorio y veo que es mi madre. Con un suspiro, contesto la llamada.

—Hola, mamá — la saludo, tratando de ocultar el cansancio en mi voz.

—Hola, mi niña ¿Cómo estás? —responde con dulzura.

—Bien, muy ocupada como siempre —contesto, intentando sonar más animada de lo que realmente me siento.

—No te preocupes, no te voy a quitar mucho tiempo. Te llamaba para decirte que deberíamos empezar a planear la fiesta de bienvenida para María José. Creo que...—

La interrumpo —¿Una fiesta, mamá? —exclamo recostándome en la silla.

—Claro, nena. Tenemos que darle la bienvenida a María José a la agencia.

Acaricio mi cuello, tratando de disipar un poco el cansancio y el estrés que cargo —Ya le dimos la bienvenida en la reunión que hicimos, además...

—Calle, por favor —ahora es ella la que me interrumpe— Esa fue la presentación a los empleados. Es importante presentarla adecuadamente ante nuestros clientes y socios. Así que al final de la tarde nos vemos en tu oficina para comenzar con los preparativos lo más pronto posible ¿Qué te parece? —propone entusiasmada.

Vacilo por un momento. Organizar una fiesta en medio de la crisis en el área de informática no parece la mejor idea.

—Entiendo mamá, pero ahora no es el mejor momento para organizar una fiesta. Estamos enfrentando algunos problemas en el área de informática y necesitamos concentrarnos en resolverlos lo antes posible.

Mi madre parece considerar mis palabras por un momento antes de responder.

—Comprendo, cariño. ¿Necesitas que vaya a la agencia para ayudarte? —ofrece con tono preocupado.

Niego con la cabeza, aunque sé que mi madre no puede verme.

—No, mamá. Estamos cerca de resolverlo. No quiero que te preocupes por eso —respondo calmada, tratando de tranquilizarla.

—Está bien, si tú lo dices. Pero tú tampoco te preocupes mucho, cariño, contamos con un gran equipo, y contigo a la cabeza de todo, estoy segura de que pronto solucionarán el problema. Así que no creo que eso afecte la organización de la fiesta. De todas formas, te daré unos días de respiro y pronto te llamaré para empezar a planificarlo todo —dice con optimismo.

—Gracias, mamá. Te lo agradezco mucho. Hablamos luego, ¿vale? Te quiero mucho —me despido, sintiéndome agradecida por el apoyo de mi madre.

—Por supuesto, hija.  También te quiero mucho. Cuídate —responde antes de colgar.

Vuelvo a los informes, cuando llaman a la puerta —Adelante.

—Un día de esto vas a comenzar a dormir aquí —comenta Nela con una sonrisa, al entrar— Buenos días.

—Buenos días —le devuelvo el saludo— Quizás estoy exagerando, pero los fallos técnicos que hemos tenido me tienen preocupada, al punto de no conciliar bien el sueño anoche. Así que preferí venirme temprano a la agencia.