Ella Es Tan Culpable Como ÉL

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Pov Daniela

Dejo a un lado los documentos que estoy revisando, luego de darle la autorización a Nela para que María José y su acompañante pasen a mi oficina. Me siento un tanto nerviosa por cómo se vaya a desarrollar esta reunión, solo espero que ella tenga un comportamiento profesional y no adopte esa actitud coqueta ni me dedique esas sonrisas y miradas que me desarman. Lo menos que deseo es que un tercero se dé cuenta de que hay cierta atracción entre ambas.

Cuando siento que los nervios me están dominando, automáticamente las palabras de Lau vienen a mi mente ‹‹Sé que eres una mujer segura y poderosa. No puedes permitir que los coqueteos de María José te desestabilicen›› Y mis nervios se transforman en seguridad y confianza. Ante todo, soy una profesional y esto no es más que una reunión de trabajo. Me acomodo en la silla frente a mi imponente escritorio y adopto una expresión seria mientras aguardo por ellas.

Cuando finalmente entran a la oficina, mi atención se centra en la hermosa rubia que acompaña a María José, y aparte de su belleza noto también el aura serena que emana.

—Buenos, días, señora Calle. Es un placer conocerla —su saludo es educado. Su tono de voz refleja una calidez genuina que, me hace sentir cómoda en su presencia.

Me pongo de pie para estrechar su mano —Buenos días señorita De Sutter, el placer es mío —le devuelvo el saludo con la misma cordialidad— María José ¿Cómo estás? —ahora estrecho la mano de ella, con voz amable en un rápido saludo.

—Daniela —responde secamente con un movimiento de cabeza y suelta rápidamente mi mano. Su saludo es poco cordial.

—Voy a pedirle a mi asistente que nos traiga café ¿O desean tomar otra cosa? —levanto el auricular para llamar a Nela mientras les hago un gesto con la mano para que tomen asiento.

—No es necesario, ya tomamos café. Podemos comenzar de una vez con la reunión —responde con la misma aspereza.

—Estamos bien, muchas gracias —interviene Kim con un tono amable que pone mucho más en evidencia el tono seco de María José.

—Bien, entonces comencemos —tomo asiento y dirijo mi mirada hacia Kim.

—Estoy realmente honrada de tener la oportunidad de poder trabajar aquí, señora Calle. Es más que conocida la excelente reputación de Lumière en el mundo de la publicidad. He trabajado al lado de la señorita Garzón durante muchos años y sé que puedo aportar mucho a la agencia y estoy comprometida a cumplir con los estándares de excelencia de Lumière —su voz resuena con sinceridad y determinación.

A pesar de mi inicial reserva hacia la idea de tener una nueva incorporación en esta área, no puedo negar la calma que irradia Kim. Sus gestos son precisos y su mirada transmite una transparencia que inspira tal confianza que, comienza a convencerme de su valía para el puesto.

—Me alegra escuchar eso, Kim. Como ya te debe haber explicado María José —la nombro dándole una rápida mirada y ella se mantiene con una expresión seria. Desvío la mirada y me concentro nuevamente en la nueva empleada— En Lumière valoramos, la integridad, el profesionalismo y el compromiso con la excelencia. Espero que estés dispuesta a trabajar dentro de nuestros estándares y a respetar nuestras políticas y reglamentos. Somos muy exigentes a la hora de...

—¿Podríamos ahorrarnos todo esto? Por si lo has olvidado, ya te había dicho con anterioridad que Kim ha trabajado conmigo siempre y está al tanto de mis responsabilidades y manera de trabajar, que es igual de integra, profesional, exigente y con el mismo nivel de excelencia que la que manejan aquí en Lumière. Ella es una profesional altamente capacitada, por lo tanto, no tendrá ningún problema en cumplir con la exigencias de la empresa. Fuera de que es alguien en quien confío plenamente.

Entre El Odio Y El AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora