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-Aún no puedo creer que falta menos de media hora para que acabe el año -Marcos murmura mientras esperamos que el chocolate caliente esté listo

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-Aún no puedo creer que falta menos de media hora para que acabe el año -Marcos murmura mientras esperamos que el chocolate caliente esté listo.

-Tampoco yo. Fue... caótico.

-Más que caótico. Fue una verdadera mierda.

Detesto que haya dolor en su voz. Detesto saber que aún le duele todo lo que pasó con Paula. Pero algún día mejorará, estoy segura de eso. Volverá a amar. Y lo más importante, será amado y respetado como merece.

Pero por ahora lo único que puedo hacer es abrazarlo.

-Lo fue. Pero ya acaba y ya sabes lo que dicen: año nuevo, vida nueva.

-No creo en esa frase. Es basura.

-Oh, vamos. Podemos hacerlo. Cuando el reloj marque las 12, no habrá más llanto, ni sufrimiento, ni pensar en las personas que nos hicieron daño. Solo nosotros y un mundo de posibilidades.

Mi hermano se rasca la mandíbula y termina asintiendo.

-Bien. Creo que puedo hacerlo.

-Esa es la actitud.

El timbre suena, distrayéndonos. Frunzo el ceño.

-¿Esperas a alguien?

Él sacude la cabeza.

-Iré a ver quién es. -Se pone de pie y desaparece rumbo a la puerta-. Oh, mierda.

-¡¿Quién es?! -grito para que me escuche.

Escucho pasos y pronto mi hermano aparece con expresión molesta. Pero lo que hace que me paralice es ver a Allan detrás de él.

Se ve prácticamente igual que hace una semana, con la única diferencia de que su cabello está más corto y sus ojos lucen brillantes, esperanzados.

-¿Qué haces aquí? -espeto. No era mi intención hablarle así pero sigo dolida porque llamó a nuestro beso un error cuando para mí fue de las mejores cosas que me han pasado.

Él traga saliva y baja la mirada al piso.

-Quiero hablar contigo. -Ojea a Marcos-. A solas, si es posible.

-No creo que sea lo mejor.

-Por favor, Mica. Solo dame diez minutos. Si luego no quieres volver a verme, lo entenderé, pero necesito hacer esto.

Hay un nudo en mi garganta y no sé afloja, solo se tensa con cada una de sus palabras. Porque quiero escucharlo pero me duele verlo.

-Está bien. -Me pongo de pie y tomo mi abrigo-. Volveré enseguida -le digo a Marcos.

Él no luce feliz con mi decisión pero asiente y se dirige a la cocina.

Yo, por mi parte, voy a la puerta y salgo con Allan detrás. No dice nada durante nuestro trayecto por las escaleras ni cuando salimos y comenzamos a caminar por las calles desiertas de Texas. Decido que si no va a hablar yo lo haré.

-¿Cómo supiste dónde estaba?

-Allie me lo dijo. La llamé para preguntarle.

Me muerdo el interior de la mejilla. Por supuesto.

-¿Qué quieres? ¿Por qué le preguntaste eso?

-Porque necesitaba verte. Porque estos días han sido una tortura. -Toma aire y lo deja ir de golpe-. Fui a Nueva York al día siguiente de que te fueras, no soportaba el silencio ni mis pensamientos. Me quedé con mis padres y recordé todas las cosas que odio de esa vida. Mi antigua vida. Y me encontré a Emilie.

Siento como si acabara de apuñalarme en el pecho así que lo único que consigo decir es:

-Oh.

-Sigue con el chico por el que me dejó. Me dijo que son felices. ¿Sabes lo que sentí cuando escuché eso? -Sacudo la cabeza aunque en realidad no quiero escuchar más-. Nada. Absolutamente nada. Porque ya no quiero a Emilie. No de esa forma, al menos. Es especial para mí. Fue mi amiga y mi primer amor y siempre voy a tenerla en mi corazón por eso pero no la amo. No se me acelera el corazón al verla, no quiero pasar cada segundo de mi día con ella, no quiero usar pijamas ridículos porque me lo pida o cancelar la cena de navidad con mis padres para poder estar con ella. No quiero besarla todo el tiempo y no me vuelve loco la idea de ella con otra persona. Es contigo con quien me pasan todas esas cosas. Y es contigo con quien quiero intentarlo.

Mi corazón late con tanta fuerza contra mi caja torácica que creo que va a abrir un agujero y salir disparado.

-¿Intentar qué?

-Una relación. Un nosotros.

-¿Por qué? ¿Por qué querrías intentar algo conmigo después de...?

-Porque creo que podría amarte. Y estoy harto de vivir con miedo.

Creo que podría amarte.

Oh, por Dios.

-¿Crees...? ¿Realmente crees eso?

-Por supuesto. Besarte no fue un error, Mica. Fue lo mejor que me ha pasado en estos últimos dos años. Pero tenía miedo de salir herido otra vez. Sigo teniendo miedo pero quiero enfrentarlo. Contigo.

Me mira como si esperara una respuesta de mi parte pero yo soy incapaz de hablar, de pensar. ¿Realmente está aquí? ¿Realmente dijo todas estas cosas hermosas? ¿Realmente alguien cree que podría amarme? Nadie además de mi hermano y Allie me ha amado jamás. ¿Y si no soy lo suficientemente buena como para ser amada?

Sacudo la cabeza y doy un paso al frente. Mi mano acaricia su cabello más corto.

-Me gustaba largo -murmuro.

Hace una mueca.

-También a mí. Pero crecerá.

-Entonces es algo bueno que planee quedarme a tu lado hasta que eso pase, y durante todo el tiempo que me quieras.

-¿Y si te quiero para siempre?

La pregunta me descoloca.

-Creo que es un poco pronto pero me gusta la idea. Para siempre suena bonito, ¿no crees?

-Suena perfecto.

Entonces sus labios impactan contra los míos y los fuegos artificiales estallan a nuestro alrededor.

Definitivamente esta es la mejor manera de empezar el nuevo año.

Hasta que aprendas a volarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora