4. La verdadera Andy

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El silencio.

Algo incómodo con quiénes son personas normales y lo más bonito cuándo estás con la persona a la que quieres más que tu propia vida.

Así me sentía con Andy, era la mejor persona del mundo, guapa, alta, con una sonrisa que hacía que se derritiera todo el mundo, su pelo castaño y esos ojos grises, esos ojos que le brillaban cuando le gustaban las ideas y tenía claro lo que quería. Esos ojos con los que me miraba como si fuera parte de su alma.

¿No huele a amor?

No, no huele, ni un poquito.

Me pregunto siempre en qué pensará en todo este asunto, ¿me valora? ¿está de acuerdo? ¿está igual de perdida que yo?

Pregúntale.

Andy estaba mirando al frente, seria. Yo por el contrario me comía la cabeza, y sin dudarlo le pregunté:

- ¿En qué piensas?

Ella me miró y se paró, yo hice lo mismo y la miré.

Andy incómoda, bajó la cabeza y pensó. Luego, alzó la mirada y durante unos segundos abrió y cerró la boca pensando bien en lo que iba a decir.

-Creo que eres paciente con tu madre y compresivo,aunque no lo creas. Eres un chico listo y guapo, pero no entiendo cómo puedes darle tantas
oportunidades a tu madre con lo que ya te ha hecho.
No entiendo la manera en la que la miras, no entiendo cómo tu padre no hace nada al respectosiendo tan listo, no entiendo por qué mis padres te quieren como otro hijo, me dejan juntarme contigo hasta el punto de ser inseparables y dormir hasta en la misma habitación, sabiendo que tus padres les quitaron todo su dinero y aun así son felices
contigo. Hay muchas cosas que no entiendo Tony, y aquí estoy, contigo, para ponerle fin o para que sea el principio del capítulo con tu madre.
Pienso que por mucho que te guste, o te duela, hay que dejar atrás a personas y pasar página.

Bajé la cabeza y empecé a andar a su lado.

Lo que dijo Andy me dejó paralizado, no sabía que
pensara en tantas cosas, y yo no me diera ni cuenta de la persona que tenía al lado hasta ese momento.

Me di cuenta de que no era solo una amiga, era mi
hermana, mi peluche cuando estaba triste, mi psicóloga cuando tenía problemas, la animadora para mis fracasos, la payasa para las locuras…
Resumiendo, era parte de mí, parte de mi alma.

Parte de nosotros, no te olvides de mí.

Cuando levanté otra vez la cabeza, después de haber estado pensando en lo que había dicho, me sonrió a lo que le devolví la sonrisa y miré sin un punto fijo; hasta llegar al sitio donde quedé con mi madre.



Hola a todos!
Espero que este capítulo os guste y no olvidéis.
Sin más que decir, espero que hayan disfrutado.
Buen día ❤️

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