Joder.
Me molestaba la luz en la cara y miré la hora en mi nuevo móvil -no se permitían mompones aquí.
Toma mamá, te metes el invento por donde te quepa.
Oye, no seas bruto.
Ocho y media de la mañana. Desperté a Frankie para que se preparara para su cambio de look.
Me lo llevé al baño y nada más ver el tinte negro, me puso pucheros.
-Así te puedes esconder mejor y no te ven.
Frankie me miró con pena metiéndose en la bañera
y ladró.-No no, yo mi pelo no me lo toco. Te dejo en el entreno que seas la persona a la que ataques.
Te estas volviendo loco.
Gracias.
Ay madre.
Después de echarle el tinte a Frankie, estaba irreconocible, pero sabía que era él, se le veían esos ojos color avellana.
Lo sequé bien con una toalla y lo acaricié un rato, desayunamos en la habitación y me fui al gimnasio.
Dejé a Frankie en la cinta de correr y yo hice varias series de piernas, brazos y abdominales.
Cuando acabé, Frankie y yo fuimos a la zona de combate. Al pobre Frankie lo reventaron un poco más, dado que todos son humanos.
Que gracioso eres idiota.
Eso lo pensará él. Después de comer, me duché y me puse una camiseta de tirantas y unos pantalones de chándal, unas botas, guardé un cuchillo dentro de las botas y decidí ir a conseguir trabajo.
Tenía que pagar por estar, que me lavaran la ropa, las armas…
Bajé de la cama y Frankie me siguió, estaba cansado, pero no mucho para que los demás lo notaran.
Me dirigí a aquella puerta misteriosa, en la que se escuchaba música, voces y risas.
El Bar de Paco se veía en un cartel ya desgastado por los años.
Abrí la puerta.
Que guapo.
A Frankie le brillaban los ojos, igual que a mí. Había muchísima gente y una música alta, pero no demasiado para poder hablar. Había mesas de póker al fondo, gente haciendo apuestas, bebiendo, fumando, drogándose y arriba personas sentadas en mesa hablando casi en susurros.
-Los chuchos no están permitidos. -Me dijo un guarda, poniendo un pie entre el perro y yo.
- ¿Perdona? ¿Quieres que te noquee?
-Son las reglas.
-Nadie me dijo que no se podía y este lugar me lo enseñó Fernández.
Con eso, se calló y preguntó.
- ¿Eres Wilson?
Asentí y se le iluminaron los ojos.
-Que alguien invite a este muchacho. ¡Es Wilson!
Todo el mundo levantó su vaso y lo llevaron alto antes de beber de él, un hombre se me acercó y me dio una cerveza.
Yo encantado la cogí y me fui arriba.
Había una mesa libre, era de madera, redonda con muchos garabatos de fechas y nombres. Me senté junto a Frankie en un sofá rojo un poco gastado y le di un trago a mi cerveza.
Una chica alta se me acercó y preguntó:
- ¿Puedo acariciarlo?Antes de poder responder nada, Frankie ladró y amenazó con darle un mordisco.
Yo la miré y con una sonrisa chulesca le respondí.
-No.
La chica me miró con desprecio y se fue.
A los cinco minutos llegó un hombre al que le estaban empezando a salir las canas, alto y algo gordo, con un porro en la boca y se sentó en frente nuestra.
- ¿Cazarrecompensas?-Si, el porro lo apagas. -Le dije con brusquedad.
- ¿Qué más te dará?
Frankie, que estaba tumbado en el sofá, puso medio cuerpo en la mesa y gruñó.
El hombre apagó el porro y se acomodó.
-Ya nos entendemos. ¿Qué quieres?
-Quiero que me traigas a un adolescente. Por lo visto ha timado a nuestro jefe y queremos que lo traigas a esta dirección. Nosotros nos encargaremos de lo demás.Me reí, Frankie también lo hizo, pero a su manera.
-Acepto, un crío os ha timado, ¿qué clase de cárter sois como para que os timen así?
-El más importante de Europa y ese adolescente es el mayor contrabandista de droga que hay, con sólo 15 años.Me quedé callado.
¿Cómo ha llegado hasta ahí con sólo quince años?
Tú podrías ser él.
Frankie me sacó de mis pensamientos y volví a la conversación con el viejo.
- ¿Cuánto me pagas?
-Cinco mil ahora y cuando lo entregues otros cinco mil. -Por la cara que se me puso aclaró.
-Ese chico es muy escurridizo.
Asentí y le estreché la mano y empecé a trabajar.
-Por cierto. -Dijo mientras se levantaba. -Me llamo Russel, si consigues al chico tendrás trabajo de por vida.¡Hola a tod@s!
¿Pensáis que Tony cogerá al chico?
Podéis contestar en los comentarios y no olvidéis darle a la estrellita, ayuda mucho.Buen día ❤️
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Nada es lo que parece
Teen FictionUna supuesta muerte en la vida de Harry Besson, hace que sus decisiones le lleven a trabajar para la Nave. En su último trabajo termina ayudando a su objetivo a robar un software, pero no uno cualquiera. ¿Qué puede salir mal? -Todos los derechos de...