Las chicas se fueron en el coche de la empresa de mi madre y yo me fui en la limusina privada para mí.
No esperaba que cuando llegara hubiera tantos
periodistas preguntando tantas cosas que, directamente, pasé de ellos.Entré del tirón y vi todo aquello.
Un pasillo dividía la zona en dos; en una había carteles anunciando la nueva actualización del mompon, televisiones con el mompon, luces minimalistas y el escenario iluminado con una cálida luz y en la otra, una parte más informal, en el que
hablaba la gente con copas, otras probaban el mompon y otros aparatos de la empresa de mi madre y una iluminación más divertida.Intenté buscar a las chicas con la mirada, pero mi madre y sus dos guardaespaldas interrumpieron mi búsqueda.
Llevaba un vestido de brillantes, con dos grandes
rajas a cada lado de él, unos tacones de aguja transparente, joyas con un valor incalculable y el pelo suelto y ondulado. Oscar llevaba el abrigo y el bolso de mi madre.-Harry, me alegro de verte. Aquí tienes el mompon.
Greg me tendió el dichoso aparato y me lo puse con
asco.-Ven, te voy a presentar a la mismísima Jess Walker. -Dijo mi madre yendo a la parte más informal. -La guardaespaldas es guapa, aún no sé el nombre, pero si te haces novia de ella, podrá ser mi guardaespaldas y quitársela a esa mocosa.-Terminó con brusquedad.
-Pero, madre, ¿no es ella la que te da el dinero?
-Exacto hijo. Ella me da el dinero y hace el trabajo sucio, pero cobra una miseria.
Dios.
Greg y Oscar se pararon y se apartaron. Una joven camarera me entregó con una sonrisa una copa y las dos chicas que llevaba esperando ver desde que llegué aparecieron.
Intenté parecer el chico que no las conocí de nada,
pero es que nada más ver a Emma se me cayó el alma a los pies de lo guapa que estaba.- Límpiate la baba; te dije que era guapa. -Susurró mi madre antes de dirigirse a las chicas. -Jess, este es mi hijo, Harry. Harry, Jess.
-Encantado. -Dije estrechándole la mano.
Me puse al lado de Oscar y susurró.
-Tengo las cosas, lo del software. Así las chicas no
estaran en peligro.-Harry, ¿qué haces hablando con Oscar? No se puede hablar con los guardaespaldas.
-Madre. -Elevé un poco la voz y señalé con los ojos a
los tres.-Qué más da, para eso les pago.
-Bueno, ¿y esta señorita que te acompaña? ¿Quién es?-Pregunté a Andy sin darle importancia al comentario de mi madre.
-Es Chimène, mi guardaespaldas. -Dijo Andy
echándose a un lado.Yo la empujé hacia Oscar, intentó quejarse, pero cuando notó que le daba algo y verlo, se quedó a su lado para no ser muy descarada y se metió en su bolso de mano el software y la chapa.
-Encantado. -Le estreché la mano a Em y me acerqué casi a la altura de su oído, fingiendo un beso cordial.-Perdona los comentarios de mi madre. -Y apartándome de ella acabé.-Cuando hay
presentaciones de nuevos proyectos o actualizaciones se pone nerviosa.-Harry, hijo ya tendrás tiempo para hablar con las señoritas más tarde. Ven, vienes a la reunión.
-Chimène, Jess; suerte con la presentación.
Y así me despedí de ellas y me dirigí a la reunión de mi madre.
Subí al ascensor y según mis fuentes no iba a ser una reunión en sí.
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Nada es lo que parece
Teen FictionUna supuesta muerte en la vida de Harry Besson, hace que sus decisiones le lleven a trabajar para la Nave. En su último trabajo termina ayudando a su objetivo a robar un software, pero no uno cualquiera. ¿Qué puede salir mal? -Todos los derechos de...