38. Secreto desvelado

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El miércoles di una clase de gym y por la tarde las chicas sobre todo estaban muertas y cuando ellas me hicieron jugar a volley, me mataron a mí.

- ¿Ya estás cansado? -Preguntó Andy socarrona.

-Si, tengo hambre y sueño.

Andy y Emma se rieron a carcajadas y decimos ir al
hotel.

Estuvimos lo que quedaba de la tarde viendo Fast & Furious y cuando Andy ya estaba frita y Emma dando cabezadas decidí que ya era hora de
acostarse.

Me levanté de la cama y fui donde estaban las chicas.

-Quesito, vamos a tu cama.
Un gruñido salió de su boca y una Em adormilada respondió por ella.

-Déjanos aquí.

-Una va a acabar en el suelo. Vamos dile que la llevo
hasta la cama. -Le respondí susurrando.

-Está frita. -Dijo con una risita.

-Pues tú a su cama.

-Ay déjame aquí. -Me contestó enrollándose en la sábana y haciendo que Andy se quejara con otro gruñido.

-Emma.

-Nop. -Terminó.

-Si. -Dije cogiéndola en brazos y antes de que pudiera protestar taparle la boca. -A su cama.

Emma me dio un puñetazo justo en el tatuaje y no pude contener un quejido.

- ¿Estás bien? No te he dado tan fuerte, ¿no?

-No, sólo es que tengo un -Me callé antes de mandarlo todo a la mierda, pero la cara de Emma adormilada lo decía todo.

Que mona.

- ¿Qué tienes capullo?

-Nada, a dormir. -La eché en la cama con cuidado y la tapé con una sábana blanca fina.

-Mañana veo eso. -Me respondió con un bostezo.

-Si arbolito. -Y di terminada la conversación con un beso en la frente.

Creía no tener sueño, pero cuando me quité por fin
la camiseta y tumbé en la cama, no tardé ni cinco
minutos quedarme dormido.

A la mañana siguiente, una luz me despertó y abrí los ojos risueños y me giré para poder dormir de nuevo, pero con el susto que me llevé me desvelé
por completo.

-Joder, Em. -Le dije echándome a un lado para que se sentara.

-Te dije que vería eso. -Señaló debajo de las sábanas.

Tiré de su brazo para que se tumbara en la cama y me apoyé en un brazo para verla mejor.

-Júrame que no le dirás nada a Andy.

- ¿Qué has hecho?

-No es malo, sólo prométemelo.

-Está bien, te lo prometo.

Me puse boca arriba y me quité la sábana que cubría mi pecho y Emma me miró, luego abajo y de nuevo a mí.

-Qué bonito. -Fue lo primero que dijo estirando la mano para poder acariciarlo.

-Cuando me fui medio bien la noche que salimos, terminé emborrachándome con el tatuador y sabía que había pasado eso porque me metí un papel en el bóxer esa noche.

-Ahora me cuadra, Andy me dijo algo así.

La cogí por la cintura y ella se puso en mi pecho mientras paseaba los dedos continuamente los dedos por mi nuevo tatuaje.

- ¿Te sigue doliendo? -Me preguntó cuando yo había empezado a pasar mis dedos por su espalda.

-Así no, si me das cómo me diste anoche sí. Tienes demasiada fuerza dormida arbolito. -Le dije sonriendo.

-No sé. Me encantaría quedarme aquí, pero hay un
libro que me espera y que está muy interesante.

- ¿Me estás diciendo que prefieres leer a quedarte aquí?

-Podemos hacer esto cuando quieras, pero mi intriga es muy mala. -Me respondió levantándose.

La agarré y la tiré de nuevo hacia mí, la acomodé y mientras metía su mano por debajo de su pijama le pregunté:

- ¿Qué tal si me cuentas de qué va? -Em levantó la
cabeza y me miró. -Así tenemos doble intriga y leo
contigo.

- ¿Es coña no?

-No, arbolito. -Le respondí estrujándola en mi pecho.

Emma me besó todo el pecho y empezó a contarme de qué iba.

Cuando acabó y empezamos a leer el libro, Andy se levantó y mientras se quitaba las legañas y se sentó a mi otro lado apoyada en mi hombro.

- ¿Qué leéis?

-Em me ha hablado del libro y ahora tengo la intriga y lo estamos leyendo juntos.

-Qué par. -Contestó levantándose, pero se tiró de
nuevo más brusca a la cama y me clavé el libro en la barriga.

-Uch, ¿qué haces bruta?

- ¿Qué es esto enano?-Preguntó tocando el tatuaje.

Leyó en voz baja la frase y me miró con los ojos llorosos.

-Se supone que no puedo llorar nada más levantarme.-Me dijo dándome un golpe.

-Oye que no es mi culpa que seas tan sensible.

-Ahora me quedo con vosotros.

Nos quedamos todo el día en mi cama tumbados o leyendo, viendo una serie, comiendo o cantando a pulmón.

Cuando acabó el día me dolía todo.

Los tres estábamos reventados de no hacer nada.

-Mañana entrenamos y eso.-Dijo Emma.

-Si. -Asentí a la contestación de Andy.

Y los tres nos acostamos cada uno en su cama.

Qué ganas de besar a Emma.

Y con ese pensamiento me dormí.

No el más adecuado.

¡Hola tod@s!
Espero que os haya gustado este capítulo.
Ya queda poquito para acabar el libro
Buen día ❤️

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