13.Natasha Vivanco

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"Todo va bien, como la seda; y de pronto, estás bajo la lluvia  viendo como se te destroza la vida"

Esta mañana en especial, el mal clima envuelve a puerto bravo pero sin duda alguna no dejo de levantarme a la misma hora de siempre para vestirme e ir a trabajar, en días anteriores se dijo que el clima seria cambiante en las ultimas semanas y yo no quise creer por que aquí en el puerto llueve poco y hace calor la mayoría del año, sin embargo me equivoque definitivamente va a llover y no faltara mucho para que caiga la peor tormenta que haya caído en el ultimo año sin embargo hemos recogido la cosecha, los animales permanecen protegidos en sus corrales y saber que el mal clima podría presentarse en cualquier momento, nos hizo tomar precauciones para mantener todo bajo control y no tener perdidas y claro esta para proteger estas tierras como siempre, apenas puedo sentir esa fresca brisa de la mañana que entra por el ventanal, antes de poder levantarme para vestirse, María Teresa duerme plácidamente entre mis brazos y no dudo que no existe un mejor lugar para acurrucarme, que bajo las sabanas con su cuerpo envolviéndome son las 5:30 de la mañana y tengo tiempo para contemplarla antes de levantarla para comenzar el día, esta vez no deseo que salga a correr que tampoco vaya a dar el recorrido por la hacienda como todas las mañanas la observo tan tranquila, sin preocupación que lo que menos quiero es preocuparle, la noche estuvo algo movidita, pero nada que no se solucione trayendo a Lucia a dormir un momento a nuestra cama para luego devolverla a la cuna al lado de su hermana, es que tiene el mismo carácter que su madre, Esperanza igual pero ella nos da guerra de día mientras que su otra mitad orquesta la guerra nocturna al verla así dormir entre mis brazos, recuerdo el día que hicimos el amor en el rió y mi lado lascivo se hace presente  vuelvo a cubrirme con las sabanas sin embargo luego de dormir un poco mas, a las 6:30 comienzo con los besos para que mi Harvar despierte y me dedique esa mirada azul que tanto deseo ver tempranito en las mañanas.

—Buenos días mi amor ¿Como dormiste? —Por fin esos ojitos somnolientos se abren al mundo y solo me miran a mi. yo el mas dichoso.

 —Mmmm bien —Da vueltas en la cama enseguida observa por la ventana que el cielo esta nublado, se sube las sabanas hasta el cuello para volver a mirarme 

—¿No querrás salir con este clima a trabajar o si Santos Sandoval ? —De hecho al cuestionarme de mi idea de ir o no a trabajar termino por levantarme de la cama para buscar ropa una camisa de manga larga a cuadros, vaqueros, botas una chamarra el sombrero.

 —Santos, no se puede trabajar así, ya viste que pronto va a caer una tormenta, les habrás avisado a los empleados que no vengan ¿O sera que tengo que hacerlo yo? —Le miro de reojo y luego por el espejo mientras sigo vistiéndome —Cuando he terminado me giro para darle el beso de los buenos días por que me la reñido ¿Hace cuanto no reñimos? una eternidad creo hace mala cara pero cuando le dedico la mas galante de mis sonrisas su gesto cambia.

—Les avise claro, solo quiero dar una vuelta y volver a casa, espero no comience a llover cuando eso pase, por que quiero regresar pronto para estar contigo y con las niñas —La veo que se levanta y también busca ropa para cambiarse, la paro en seco. por que se perfectamente que quiere seguirme, Harvar es de no quedarse quieta nunca.

—Harvar, no quiero que te arriesgues, voy solo, sabes que no me gusta que te arriesgues demasiado, sin ti mi vida no tendría sentido, ademas es solo una vuelta por las tierras, te prometo que regreso para el desayuno, hazme caso ¿Si? —Me mira, me mira y me mira en silencio preocupada, lo se por que la conozco tan bien que el color de sus ojos cambia conforme a su estado de animo y tiene miedo, de que salga con una tormenta amenazando al puerto completo.

Mi esperanza eres tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora