56.Infierno

47 5 0
                                    

Grita la gente por la condición melancólica y desconsolada de mi filosofía. Pero eso se debe meramente a que yo, en vez de fabular un infierno futuro, como equivalente de los pecados de la gente, he mostrado que ya hay algo de infernal allí donde está el pecado: en el mundo. Arthur Shopenhauer

Narra María Teresa

No existe peor infierno que el de saber que has perdido a un hijo y el abrazo que le diste antes de colocarlo sobre su cuna, fue el último abrazo el beso que le diste no imaginabas que sería el ultimo, sentir los brazos vacíos y sentir su calor en sueños y darte cuenta que al despertar estos están vacíos es el peor infierno que puede vivir una mujer una madre que con amor recibió a ese pequeño ser en el mundo con todo el amor, cariño y deseos de verlo crecer para que al despertar simplemente no estuviera sobre mi regazo es un verdadero infierno que no le deseo a nadie, nunca me sentí tan triste, sin fuerzas, sin ganas de nada, hasta que anoche Santos llego con la noticia de que nuestro hijo no se encontraba en la casa, tantas ideas macabras pasan por mi mente que no quiero imaginar, ninguna posibilidad solo deseo tenerlo de nuevo entre mis brazos, perderme en su carita y saber que está bien una esperanza que me parece tan pequeña y me quiero aferrar a ella para no terminar de desplomarme por completo, aunque el medico me ordeno descanso y mis hijas reclaman estar a mi lado luego de aquello que vivieron siendo tan pequeñas, no dejo que me suministren nada de sedantes, debo ser fuerte por mí, por mi familia por mi niño que debe estar en algún lugar, Santos llego temprano y trajo ropa y al saber que la casa no sufrió daños me ha dado exactamente lo mismo porque lo material no va a sustituir desaparición de Andrés y aunque he sido dura está mañana con mi esposo, quise hacerle sentir que no es su culpa lo que sucedió, sin embargo solo dio la vuelta para volver a La Esperanza y ayudar en lo que sea necesario y me juro que buscaría a nuestro hijo hasta por debajo de las piedras, sé que lo hará este dolor que llevo en el alma es tan dolorosamente terrible que mi vida parece no tener sentido, al verme al espejo pálida con el rostro lloroso, ese no es el reflejo que quiero dar ante la gente sé que debo regresar a mis tierras y dar la cara como la patrona que soy Bernarda Regreso y al enterarse de lo que paso en la hacienda vino corriendo para saber cómo estaba al darme la vuelta, ver que las niñas duermen tranquilas sus ojos se encuentran con los míos y estoy lista para enfrentar mi realidad.

—María Teresa si no te sientes preparada para ir, no es necesario que vayas, Alejo, Cris y Santos están allá y yo debo revisar a los animales heridos y debemos enterrar algunos caballos que desafortunadamente, no sobrevivieron, insisto, si no deseas ir lo entenderemos perfecto el hecho de que Andrés haya desaparecido de la hacienda es tan doloroso para ti como para mi perder un hijo no es sencillo sobre todo si no sabes donde esta, porque yo tengo la esperanza de que esta con alguien y esta persona solo lo está utilizando para asustarte y hacerte perder la calma.

—Lo se Bernarda, mi hijo vive de eso estoy segura pero no tenerlo cerca de mí es horrible es como si me hubieran arrancado el corazón de tajo y solo existiera un hueco vacío en mi pecho no sé cómo explicar, simplemente me siento vacía —Trato de ahogar una lagrima, pero en el intento he fallado, Bernarda toma mis manos ofreciéndome su entendimiento, que mejor que ella para saber lo que se siente no tener un hijo a tu lado.

—Entonces ¿Iras a la hacienda? 

—Es lo mejor, Nany y Remedios están en la habitación de al lado con Geno le diré a alguna de ellas que se quede con las niñas para poder irnos —Al salir de la posada luego de que Nany se haya quedado con mis hijas, Bernarda y yo hacemos lo propio La Esperanza no espera y los empleados tampoco, volver a levantarnos del infierno que envolvió nuevamente nuestras tierras no será nada sencillo, pero debe existir una pequeña luz de Esperanza en medio de todo el caos.

Mi esperanza eres tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora