61.Sueños

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Eran nuestros sueños alcanzar, nuestras metas concretar, pero si de algo estoy segura es que con el hombre de mis sueños he alcanzado la dicha, en la cúspide de nuestro romance la vida nos puso aprueba y tengo la certeza de que nuestros sueños seguirán de que días nuevos vendrán todo comenzó como dos soñadores, almas que se encontraron en el camino, polos opuestos que chocaron, crearon un gran caos, pero al fusionarse el universo de aquella fusión nos convirtió en uno para toda la eternidad. María Teresa Arteaga.

Narra Santos 

La idea de una pequeña Luna de miel nunca fue opción para nosotros, no con todo el trabajo que tuvimos para levantar la hacienda de aquellos escombros en los que había quedado para volverla tierra nueva y fértil en la que hemos creado nuevos frutos, cosechas que nos han dado orgullo, felicidad y dicha cumplir esos sueños que María Teresa y yo teníamos cuando todo esto se vino abajo y lo hemos logrado con esfuerzo, paciencia y siendo fuertes ante la adversidad hablar de que casi pierdo la vida por culpa de una mujer que estaba obsesionada conmigo es un tema que poco a poco comenzamos a olvidar y es que el pasado ya no debe existir para el futuro que nos espera juntos con nuestros hijos creciendo y siendo felices a nuestro lado. cuando Guillermo me dio la noticia de que La Soledad ahora me pertenece, han pasado días desde aquella revelación y todavía no sé qué quiero hacer con esas tierras que han hecho mucho daño a todos, primero a mi padre con Jerónimo, Luego a mi mujer con Marco Rivas y la muerte de Helena algo tienen esas tierras que me generan rechazo y he tratado de dejar el tema de lado sobre todo porque mi mujer me tiene una sorpresa para esta noche y estoy ansioso por saber de qué se trata a pesar de que nuestros hijos son demandantes de nuestro cariño Nany les ha hecho saber a nuestras hijas que papi y mami necesitan tiempo para estar solos y yo estoy muy de acuerdo con ella, al ver a mi mujer con ese vestido negro las botas a juego con el bolso y su cabello cayendo en ondas ya me he puesto duro como el metal y eso que apenas comienza esta aventura, mi querido amigo tendrá que esperar para que los acontecimientos de la noche den lugar a una noche apasionada con mi chica experta en esas artes, ella al verme sonríe y espero verme perfecto para lo que nos espera.

—¿Nos vamos? —Cuestiona con coquetería, seduciéndome, acechándome ella es la leona y yo la presa y deseo ser cazado por esa leona tan bella, apenas logro reaccionar y le ofrezco mi brazo para ir directo a la camioneta, el juego comienza por que me ha vendado los ojos para no ver el trayecto a donde nos dirigimos, los nervios son tantos que tengo las manos heladas como si fuera un escuincle, el camino dura al menos un par de horas y la curiosidad se hace muy grande conforme nos vamos alejando de todo y de todos, cuando he sentido que pedro ha frenado y ambos me ayudan a bajar, este vuelve y arranca a toda velocidad para dejarnos en cualquier lugar tal vez en medio de la nada y quiero salir corriendo, pero los brazos de Harvar me rodean para darme un beso en la mejilla, puedo sentir incluso que sonríe, mientras que yo parezco un ratón tratando de huir de un gato.

—Santos, mi amor ¿Estas listo? —Esa risa y su aliento mezclados con su perfume dulce de apoderan de mis fosas nasales.

—Si piensas hacerme tu presa esta noche, yo soy todo tuyo Harvar, pero con esta venda en los ojos ya me está dando miedo en serio —Se ríe con ganas y mi amigo ya está firmes con solo escucharla, aquel misterio la atmosfera, todo me encanta en realidad, sentirme preso por María Teresa, siempre será un placer.

—Bueno ya está 1,2,3 —Cuando finalmente puedo ver donde estamos es un sitio de cabañas todo es verde alrededor y la cabaña que esta frente a nosotros es pequeña justo para nosotros dos, le tomo la mano a mi mujer y entramos juntos.

Mi esperanza eres tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora