48.Salvarte

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Vencimos muchas tormentas y superamos muchos kilómetros de por medio para rendirnos ahora. Anónimo

Narra Santos

Tenerla entre mis brazos mientras el Jet despegaba de vuelta a casa me están pareciendo los momentos más terribles de mi vida, sus ojos simplemente me miraron con ese brillo un tanto apagado en el azul de sus iris sin embargo estaba feliz de verme, no obstante tenerla entre mis brazos inconsciente es como si la llevara muerta entre estos brazos que de momento no pueden hacer nada para salvarla, ella no despierta, no me mira mucho menos puedo escuchar su voz en este preciso instante, no me importa la sensación que tengo en el estomago al sentir algunas turbulencias, solo me importa María Teresa, me preocupa lo pálido de su rostro su pulso es débil apenas creo que esta respirando, acuno su cuerpo débil contra mi pecho deseando llegar a tiempo para salvarle la vida, lagrimas resbalan por mis mejillas el alma simplemente se ha escapado de mi cuerpo, esta pesadilla no termina y para mi cada minuto cuenta, trato de ser paciente aunque cada minuto es una eternidad para llegar hasta la ciudad, es la mejor opción  solo confió en el hecho de que su cuerpo en contacto con el mío permanece tibio, añoro ver esos ojos brillar de nuevo, escuchar el sonido de su voz, si algo me sirve de consuelo es que todavía la tengo conmigo que sobrevivió al accidente y me aferro a la esperanza de poderla llegar a tiempo al hospital, le prometí a Nany que la cuidaría con mi vida si fuera necesario y si la pierdo habré roto esa promesa ante dios y ante el único ser querido, que le queda en la vida me pierdo en ese rostro hermoso, impasible, sereno ella es como un ángel para mi sin embargo deseo que siga siendo mi ángel terrenal, ese que pueda ver todos los días por las mañanas besar en las noches de tormenta y acariciar con la luz de la luna.

El aterrizaje, se complica un poco al no tener la pista libre, no obstante tocamos tierra sanos y Salvos al llegar a la capital, al llegar al aeropuerto nos espera una ambulancia los paramédicos se preparan para ponerla en la camilla y asegurarse de subirla con bien en la ambulancia, me monto sin pensarlo dos veces, dejando atrás a aquellas personas que me acompañaron durante el viaje, en estos momentos solo me interesa Harvar y que lleguemos pronto al hospital.

Las puertas de emergencia se cierran, dejándome con el alma en un hilo sin saber nada de momento, solo toca esperar en la sala de espera de este hospital, donde varias personas se encuentran esperando la respuesta de un ser querido, un amigo, un hijo un esposo tal vez solo observo a mi alrededor y me dejo caer en la primera silla de aquella sala que me parece muy fría, desolada y triste.

—Familiares de la señora María Teresa Arteaga —Un doctor sale finalmente de la sala de emergencias cuando lo veo me pongo de pie acercándome para recibir el informe, tembloroso y con ganas de entrar en aquella sala para ver a mi mujer, me centro en lo que aquel hombre alto va a decirme.

—Soy Santos Sandoval su esposo ¿Cómo se encuentra ella?

—Señor Sandoval, ella se encuentra estable, la herida de su pierna tiene una fuerte infección que ya comenzamos a tratar con antibiótico y la herida de su mano, esta sanando bien tiene moretones por todo el cuerpo, la verdad es que me encuentro sorprendido si bien tuvo un accidente de avión el que este viva es un verdadero milagro, su organismo es fuerte y puesto que perdió sangre logro resistir también le hicimos una transfusión, se encuentra algo deshidratada y es por eso que no ha logrado recuperar el conocimiento, se encuentra débil sin embargo con descanso y buena alimentación por unos días podremos darla de alta pronto no se preocupe pronto estará mejor  —Aquel hombre me devuelve las esperanzas y todos mis sueños de pronto, coloca una mano sobre mi hombro y con una sonrisa se retira, seguramente para seguir atendiendo otros pacientes. me mantengo al pendiente tengo demasiadas llamadas perdidas en el celular, toco tierra para poder atender al menos las de la hacienda necesito avisarle a Nany que he llegado con María Teresa a la ciudad. marco al numero de la hacienda y precisamente quien contesta es Nany.

Mi esperanza eres tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora