49.Protegerte

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«Elegí amarte cuidarte, protegerte y ahora que estas aquí a salvo conmigo nuevamente siento que te he fallado, sin embargo si mi meta en esta vida es dar la vida por ti te prometo que así será por que si existe algo más preciado en este mundo eres ti mi vida soy un fantasma si tengo tu ausencia y seria un muerto viviente si algún día te perdiera tu y mi familia son mi tesoro preciado la ilusión de vivir, de luchar de ser mejor cada día prometo protegerte hasta el ultimo de mis días Santos Sandoval.» 

Nuevamente regreso a casa, de pronto se convirtió en una constante, un verdadero reto saber si volveré a casa sana y salva después de saber que hay alguien que no me quiere ver con vida y que hará todo lo posible por arrebatarme aunque con esta se vaya la vida misma del depredador que quiere asecharme, al salir del hospital le prometí a Santos cuidarme, cuidar mucho a nuestros hijos y a el sin embargo el reafirmo la promesa de cuidarme aunque haya sentido que no esta haciendo lo que debería hacer, le he dicho que hace lo mejor y eso es lo mejor que todos podemos hacer siempre y es que nadie esta preparado para los ataques de alguien obsesivo que desea a toda costa sacarme de su camino no obstante es algo que no va a lograr, sigo en este plano viva y con ángeles que me protegen y daré batalla si es necesario cada día, estoy convencida que Natasha tiene que ver en todo esto y en algún momento de esta vida ella y sus demonios internos, van a caer, de momento el recibimiento en casa como siempre fue con alegría, mi familia nunca me ha fallado y estoy agradecida por ello, Santos me ha llevado entre sus brazos hasta la cama aunque le insistí que no lo hiciera que deseaba caminar esta faceta de consentidor siempre me ha gustado y no duda ni un segundo en dejarme cómoda hasta que me da un beso para irse a trabajar Nany se ha quedado en la cocina preparándome un caldito de pollo y las niñas siguen sin llegar de su clase mis pequeñas han crecido y de pronto siento una punzada en el pecho no han cumplido dos años pero ya no están tan pegadas a mi y eso es lo que me pone un poco triste, sin embargo la puerta se abre y Genoveva aparece con mi príncipe azul entre sus brazos, en este momento la luz ilumina aquella habitación.

—Miren quien vino a visitar a su mami, eh Andresito, este nene ha estado muy bien cuidado por Estrella, pero también por papi, por sus padrinos y esta ansioso de ver a su mamita, María Teresa mira que se ha portado como un sol , a pesar de todo  —Mi niño que creo verlo más grande con esos soniditos de bebé, logra llenar mi alma por completo, al reconocerme claro que quiere venir a mis brazos y Geno lo pone en mi regazo, aprovecho para darle un beso en su frente acariciar su pielecita de durazno y agradecer de nuevo por volverlo a ver, no quiero imaginar que perdiera la vida sin ver de nuevo a mi pequeño bebé, su manita rodea mi dedo índice y se la beso con gusto es maravilloso nuestro reencuentro, las emociones me invaden y quiero llorar.

—Haber, esos ojitos azules se ven tristes, y no quiero lagrimas ni penas María Teresa ya estas en casa con tu bebé en brazos y yo se que es fuerte saber que no pudiste regresar con vida, sin embargo es hora de mirar hacia delante que es lo único que importa así que no me llores no me gusta verte así —Geno se sienta a mi lado para acariciar a Andresito y cuando me encuentro con su mirada esperanzadora y esa sonrisa que reconforta a cualquiera, logra que toda mi tristeza se vaya, seco algunas lagrimas que han caído sobre mis mejillas y siento el calorcito de mi hijo cerca de mi pecho, es todo lo que necesito para sentirme en casa.

—Es verdad Genoveva, solo tengo que enfocarme en lo que viene hacia delante, nada más en las cosas bonitas que tengo como a mis hijos a mi familia, tuve miedo pero ahora estar en casa me da fuerza nueva para seguir luchando contra quien sea ¿Y los niños? ¿Dónde están? no los he visto desde que llegue —Cambio el tema para quitarle hierro al asunto.

—Mis chamacos ya sabes en los corrales con el Cris y Teresita con la gemelas creo que ella también quiere aprender a montar eso es bueno y la he dejado que pase tiempo con Bernarda.

Mi esperanza eres tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora