21.¿Tregua?

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La paz obtenida con la punta de la espada no es más que tregua .Joseph Proudhon

No era una mentira que días atrás Natasha me pidió una especie de tregua al menos así lo vimos Santos y yo la ausencia de ambos en su fiesta de cumpleaños, era el claro ejemplo de que ella quería mantener su distancia con nosotros al menos así lo vi aquel dia, si bien solo Don Guillermo fue invitado al cumpleaños de Santos ninguno de los dos apareció en el evento en cuestión, me sentí tranquila y aliviada, ya que al final me había olvidado de aquella invitación  con todo lo que había que organizar, al momento de recibir a nuestros invitados no note aquella ausencia, me encontraba tan ensimismada de que todo saliera bien y de que Santos celebrara en familia su cumpleaños que apenas esta mañana recordé la ausencia de Don Guillermo sin embargo me encantaría ir a visitarlo y saber como se encuentra, hoy por la mañana, me levantado a correr muy temprano luego a hacer el recorrido habitual y he terminado una junta por zoom con el equipo del corporativo, tengo algunas dudas que aclarar sobre el inventario que tenemos en la bodega y me pongo a trabajar en una hoja de calculo para cuadrar todo al final termino yendo a la bodega para hablar con el encargado de esa área y con la mercancía nueva que me muestra, termino por cuadrar las cuentas en mi computadora, de regreso a la casa grande Natasha me espera en la sala de estar con un Cafe sobre las manos, aunque no me sorprende su visita, si me desagrada un poco verla, después de todo creo que nunca vamos a llevarnos bien, me mira y se le dibuja una sonrisa en el rostro, deja el la taza sobre la mesa y se levanta para saludarme.

—Buenos días María Teresa, que gusto me da verte, mi padre me dijo que hace una semana fue cumpleaños de Santos, también me encargo que de su parte te dijera que lo disculpes y es que la verdad, es que no estábamos en Puerto Bravo, fuimos a ver a mi madre —Sus palabras me sorprenden sobremanera, entonces me siento al otro lado de la sala de estar justo enfrente de Natasha que parece estar mas feliz que nunca.

—¿Ah si? ¿Y como esta Doña Helena? —Estrella se acerca con un vaso de agua de limón para que lo tome bebo un sorbo, realmente me interesa saber mas de la señor Helena, después de todo el misterio en torno a ella quiero saber que es lo que Natasha tiene para decirme.

—Lo de las vacaciones con la amiga, la verdad que fue una mentira María Teresa yo.... no se como te tomes todo esto, por el cariño que le tienes a mi madre pero en realidad mi madre esta internada en un centro psiquiátrico, hace mucho que no estaba bien y es por ello que me la lleve del puerto, la recomendación fue internarla, mi padre la vio y esta mas tranquilo, el doctor indico que podía estar este fin de semana en casa pero tiene que estar bajo tratamiento es por su bien.

—¿Que? ¿Como es posible que doña Helena padezca de un desorden mental?

—Como lo escuchas, ella bueno desde que tengo memoria ha sido una persona desequilibrada se lo dije a mi padre varias veces, pero no me quiso escuchar, así que tuve que tomar medidas drásticas —Dice aquello tan a la ligera, mientras toma la taza de café que le ofrece Estrella.

—No lo puedo creer, si desde que la conocí me pareció una señora inteligente, capaz segura de si misma y muy equilibrada en su salud mental, tuve tiempo para convivir con ella ¿No te estarás equivocando? ¿Ya consultaron una segunda opinión? —Fijo mi mirada en la suya pero no me dice nada, simplemente todo esto me confunde, pero necesito verlo con mis propios ojos.

—Tristemente, es verdad, su salud vino a decaer llegando al puerto, mi padre ahora esta con ella de hecho me comento que si es posible puedan tu y Santos a venir a verla este fin de semana se que son muy amigos y bueno olvidando todo lo pasado creo que es una buena oportunidad para limar asperezas —Me mira sobre su taza de café mientras bebe no creo que sea una buena idea pero hace mucho que no visitamos la soledad, que en definitiva quiero ver a los señores Vivanco y ver en que puedo ayudar, respecto al estado mental de Doña Helena, luego de la charla Natasha se va y me quedo pensativa para mi todo sigue siendo un misterio que no se si resolveré viendo cara a cara a la esposa de Don Guillermo.

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