41.Rencor

57 4 0
                                    

Nuestro rencor proviene del hecho de haber quedado, por debajo de nuestras posibilidades sin haber podido alcanzarnos a nosotros mismos. y eso nunca se lo perdonaremos a los demás Emil Cioran 

Narra Natasha

Como pude ser tan tonta, como pude creer que yo podía hundir a María Teresa Arteaga en esa maldita cárcel sin el apoyo de mi padre, Guillermo Vivanco cada día se convierte en un obstáculo más para mi en lugar de estar de mi lado se ha puesto del lado de la justicia como siempre el señor correcto el que quiere dar buena cara al pueblo y a la gente donde quiera que vaya se ha convertido en un mueble más de esta casa desde la muerte de Helena, en ocasiones pienso que no debí precipitarme y asesinarla a sangre fría aquella noche, todo ha salido mal, de alguna manera se me fue la mano en actuar como lo hice, debí esperar sin embargo ya estaba harta de ese bulto de tener que mostrar cara a todo el mundo para justificar que mi madre se encontraba hospitalizada en aquel sitio cuando era yo ya que estaba intentando salir de esta hoyo negro en el que me encuentro sin embargo anda vale la pena, la realidad es que estoy enferma y aunque lo acepto, no deseo cambiar, lo intente cuando conocí a Santos se convirtió para mi en una luz en el camino no obstante esa mujer no nos permitió ser felices yo soy quien debería estar en esa hacienda tener esa familia con el ser la esposa de Santos Sandoval y no ella odio esta vida en la que todas las posibilidades se me han dado pero la realidad es que todo lo que he querido nunca ha sido mío, Primero Helena, enseguida María Teresa, estoy harta de que nada se me de y no pienso dejar que el viento me siga dando en contra poco a poco el rencor me consume por dentro y se que un día voy a explotar y ese día comenzara el infierno para María Teresa Arteaga ante el espejo observo mi reflejo soy guapa, encantadora pero no tengo a los hombres que he querido me odio a mi misma por no estar por encima de mis expectativas estoy a punto de estallar, cuando Alejo aparece en mi casa.

—Vaya tanto Tiempo Alejo ¿Qué te trae por aquí? no creo que sea una visita de cortesía, digo por tu cara no es nada grato de tu parte que te presentes es mi hacienda sin avisar y mucho menos para hacer reproches —Cínicamente sonrió el sabe que me estoy burlando con aquellas palabras y no se detiene para tomarme las muñecas para hacerme una advertencia.

—Natasha, Aléjate de mi familia de una vez por todas deja de hacer daño a María Teresa a Santos y a su familia, no tengo pruebas todavía pero yo se que asesinaste a tu madre, lo se por que la odiabas, ese cuento el psiquiátrico no te lo creo algo escondes y yo lo voy a descubrir eres tan capaz de todo que no se que es lo que habrás hecho tras las puertas de aquel lugar y en esta hacienda antes de matarla —Aprieta fuerte su mirada verde clavada en mi logra enfurecerme de tal forma que me suelto de golpe y comienzo a mirarme las muñecas marcadas por su brutalidad.

—Eres un animal Alejo Rivas, de alguna forma tendrías que heredar algo de tu hermanito, no se de que hablas yo no asesine a Helena, fue esa mujer a quien tanto defiendes, si no estuvieras con Bernarda pensaría que estas enamorado de María Teresa o tal vez si la amas pero como esta con Santos sabes que el es mucho hombre para ella y tu muy poca cosa —Lo miro de arriba a abajo tratando de estudiar su rostro se que lo que he dicho no es verdad, el esta tan enamorado de Bernarda Rangel  que se le nota en la mirada.

—No digas estupideces Natasha, yo quiero a Santos como un amigo y respeto mucho a su mujer ellos se han convertido en mi familia y hace poco me entere que Regina es mi hija, lo único que quiero es que te alejes de nosotros, no vale la pena luchar por lo que se ha perdido y tienes que aceptarlo de una buena vez —Lo de la hija me sorprende aunque no me interesa pedir explicaciones trato de indagar en la buena nueva.

Mi esperanza eres tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora