Mi esperanza eres tú

59.Redención

"Sabemos que la redención ha de venir. El y la manera de su venida nosotros no lo sabemos: Puede venir en, o puede venir por la sangre, pero tanto en o por la sangre, que venga. "John Quincy Adams La redención se puede encontrar en el mismo infierno si es ahí donde te encuentras. Lin Jensen.

Narra Natasha

Nunca tuve un padecimiento en sí que lograra desatar esta locura que quema y arde dentro de mi pecho como si miles de llamas me acompañaran en el infierno, la realidad es que siempre estuve cuerda cuando planee todo lo que hice y no me arrepiento de nada, bueno de casi nada porque cuando le dispare a Santos sentí que el alma se escapó de mi cuerpo y ya nada tuvo sentido Ángel no me servía para nada y le di muerte sin importar que el me amara la basura con la basura y aunque el amor de aquella provinciana lo cambiara decidir seguir a mi lado fue su sentencia de muerte, de rodillas en el filo de un barranco le di muerte con un solo tiro en la cabeza y no hubo marcha atrás, lo sé todo aunque me mantenga oculta entre las sombras pronto encontraran el cuerpo de ese bueno para nada y también sé que todos mis crímenes han quedado al descubierto, es por ello que he vuelto a La Esperanza a provocar a esa mujercita en algún momento tendríamos que llegar a esto enfrentarnos entre nosotras y saber quién tiene el mejor tino, no me importa morir, lo único que me importa es verle la cara a esa maldita en una señal de que me he redimido que quiero cambiar y aunque también tengo la certeza de que la policía estará ahí para llevarme presa seré yo quien tenga la última palabra el poder de elegir entre morir y vivir solo lo tengo yo si Santos muere me iré con él, la gente el pueblo murmura que no pasara la noche y que mejor que en otra vida estemos juntos, ya que en esta no se nos permitió ser felices hubiera jalado el gatillo cuando le dispare pero todo se volvió confusión oscuridad, Sangre María Teresa, llega con el odio reflejado en el rostro y justo de esa forma quería tenerla para poder disfrutar de lo que tenga que decirme, nuestras miradas se encuentran y sé que es matar o morir, opciones difíciles de tomar un muerto no puede ir a la cárcel esa es mi opción si lo logro meterle un tiro en medio de las cejas a esta mujercita y no pienso bajar la cabeza para podrirme entre las sombras, aunque la policía este por llegar las posibilidades son 1 no tengo opción.

Narra María Teresa  

Verla Lucida es creer que su Locura siempre fue un invento ante todos, pero su obsesión por Santos siempre fue real ambas estamos frente a frente dispuestas a lo que sea para terminar con todo esto, sus ojos se oscurecen cuando se cruzan con los míos mientras mantiene el arma en su mano derecha, parece que la ha pasado mal y no me importa en realidad, su ropa luce sucia tan sucia como ella y su mente perversa solo tengo sentimientos encontrados una mezcla de odio rencor y dolor pero nunca piedad por una mujer que ha tratado por todos los medios deshacerse de mí y que ha llevado a Santos a estar postrado en una cama, no tengo porque tener el menor ápice de compasión por Natasha Vivanco, no merece ni eso solo merece mi desprecio por el resto de mi vida.

—Nunca creí que llegara este momento, Natasha Vivanco tú que siempre te la vives encondiéndote detrás de una locura inexistente, te encuentro más Lucida que nunca y ahogándote en tu propio veneno, porque solo eres una víbora venenosa puedo ver en tu mirada como intentas no escupirme tu propio veneno en la cara, pero ¿Sabes? no te tengo miedo, al contrario, te tengo lástima porque eres ese tipo de mujer que ni siquiera se quiere así misma siempre estuviste rogándole a Santos un poco de amor cuando sabias perfectamente que no te quería, mira que drogarlo para meterlo a tu cama, son novatadas y si bien creí en aquel engaño nunca tuviste la capacidad para poder separarnos ni intentando matarme lo conseguiste ¿Y sabes porque? porque no eres capaz de hacer las cosas sola, siempre necesitaste de alguien para poder hacer las cosas, ángel siendo un traidor pudo caer en tus redes y si bien nos engañó al final creo que termino cayendo a un desfiladero porque no lo veo tratando de protegerte en este momento —Frunce el entrecejo porque la realidad es que mis provocaciones no le están gustando sin embargo cambia el gesto para intentar provocarme a mí.