No es un final, si no el inicio de una nueva historia
Y es aquí donde realmente comienza nuestra historia de amor, el matrimonio una alianza que esta hecha para amar al otro ayudarlo en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte nos separe, me siento la mujer mas dichosa del mundo al casarme con santos, la fiesta ha terminado hace horas, en el horizonte ha caído el sol y en la esperanza se respira paz, alegría y amor, nuestros invitados se han marchado, me encanta mirar las estrellas y encontrar en cada una de ellas a quienes ame con todo el corazón y siempre tendrán un lugar especial en mi vida logro sonreír después de tantas lagrimas derramadas tengo el corazón tranquilo y mi mano va directo hasta el collar que llevo puesto, de pronto siento una ráfaga de viento que recorre toda mi columna vertebral, luego aquellos brazos que me envuelven con amor, siento como sus labios acarician mi mejilla, Santos es mi lugar seguro el amor de mi vida y yo soy suya, suya para siempre.
—María teresa mi amor, hace frió entremos a la casa ya todos se han ido ¿En que piensas? — Su beso sobre mi sien me trae a la realidad giro sobre mis talones para tenerlo cara a cara mis manos acunan su rostro y le doy un beso largo lleno de dulces promesas de amor para esta noche.
—Pensaba en lo feliz que soy siendo tu esposa, mi vida en lo que nos espera de hoy en adelante y en lo feliz que estarán mis padres de saberme tuya de que estoy en mi lugar feliz y seguro, a tu lado eres todo lo que tengo y lo que quiero para siempre.
—Te amo con todo mi corazón pero es momento de que entremos a nuestra casa señora Sandoval —Santos me sonríe y de una me carga en brazos subiendo por las escaleras, reímos tonteamos y nos besamos, llegamos hasta la habitación y mi amor cumple el ritual de entrar conmigo todavía en brazos, la habitación está llena de pétalos de flores naranjas y rojas velas blancas y sabanas de mismo tono, todo es hermoso, los rayos de luna se reflejan por la ventana, todo es perfecto me deja en pie cierra la puerta y esa sonrisa que logra ponerme de rodillas, logra que me abalance sobre sus labios y lo bese con tal deseo y pasión que tengo esa sensación de que se me acaba el aire nuestras lenguas se endulzan con nuestro sabor a vino se buscan y encuentran danzando y poco a poco la excitación me recorre la columna vertebral el vientre y sus manos me rodean la espalda buscando como deshacerse de mi vestido de novia
—¡Al fin solos! Un beso mas y me tienes a tus pies mi amor te deseo, te quiero tener entre mis brazos esta noche y todas las noches de mi vida. —Aquellas palabras ponen todo el sistema a mil revoluciones el corazón amenaza con salírse del pecho y la sangre me hierve, la piel mi sexo el silencio de pronto es lo que reina en aquella habitación nuestras miradas se encuentran y se que soy suya por completo
Con manos firmes pero temblorosas se deshace de mi vestido y quedo ante el con un conjunto blanco de encaje precioso, me siento nerviosa pero sus besos sobre mi cuello logran que poco a poco me entregue a pleno, me gira y busca acceso a mi espalda dejando caer mi cabello al lado, el sostén cae al piso, yo hago lo propio y también lo desnudo dejando su pecho libre para llenarlo de besos, mis rodillas chocan con la base de la cama, tomo asiendo y dejo que chupe cada uno de mis pezones con mimo se los lleva a la boca con deleite y succiona provocando oleadas de placer en bucle entre mis piernas, luego siento como sus dientes se apoderan de la liga de flores que llevo puesta en la pierna izquierda, lo observo con detalle le ofrezco una sonrisa encantadora y es que me tiene sobreexcitada con ganas de que este dentro de mí, ya pero para Santos es sublime este momento y quiere llevarlo con calma lo sé, me arrastra consigo hasta el centro de la cama cuando estamos desnudos,
—Te amo María teresa y no puedo creer que seas mía, mi mujer, mi esposa, mi cómplice — Acaricia mi rostro que seguro esta ardiendo por todas las sensaciones acumuladas en estas ultimas horas, me besa la frente los labios y logro gemir ante el contacto de su sexo con el mío estoy húmeda completamente lista para el
—Yo también te amo mi cielo, jamás voy a creer que eres tan mío tan parte de mi sigues siendo como un sueño dulce
—Soy tuyo para siempre Harvard —Nuestras manos se entrelazan antes de volver a besarnos y logro ver a la luz de las velas como nuestros anillos brillan soy su esposa, con delicadeza me abre las piernas y de una esta dentro de mi, se detiene para ver mi reacción pero con un beso de fuego le digo que deseo mas mucho mas entonces sale de nuevo entra poco a poco abriéndose paso sobre mi carne y entre cada envite grito su nombre, escucho el mío saliendo de su garganta ronca y varonil hasta que ambos logramos la cúspide del clímax y caemos en bucle en el placer que nos envuelve por completo
—Santos quisiera que esto nunca se termine, me encantaría quedarme contigo encerrados en nuestra habitación por semanas —Le beso el pecho mientras el me abraza con fuerza me mira sonriente yo con tal admiración que de verdad me encantaría quedarnos en nuestra habitación para siempre.
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—Mañana salimos a nuestra luna de miel preciosa, no podemos quedarnos aquí por siempre, además tenemos a Nany a Genoveva, no quisiera que interrumpieran todo lo que quiero hacer contigo mi amor —El deseo en su mirada dice más que mil palabras.
—¿Ah si? pues hubieras dicho antes para tener las maletas listas desde hace un buen rato contigo todo hasta perdernos en un paraíso desconocido, con tal de que cumplas tus promesas, señor Sandoval, pero las maletas están listas desde la mañana y si nos vamos temprano no deberíamos estarnos desvelando. Pero si te soy honesta lo único que quiero es que hagamos el amor esta noche hasta quedar exhaustos
—Tus deseos son ordenes Harvard
Entonces entre risas bajo las sabanas volvemos a entregarnos a la pasión hasta convertirnos en uno mismo, la vida comienza para nosotros y estoy emocionada por descubrirla al lado de Santos.
