27.Juntos

146 4 8
                                    

"Te quiero para volvernos locos de risa, ebrios de nada y pasear sin prisa por las calles, eso sí, tomados de la mano, mejor dicho, del corazón" - Mario Benedetti

Narra Santos

Ver nuevamente a María Teresa encendió en mi todos los sentimientos que he sentido por ella desde el dia en el que la conocí, el amor que yo siento por ella no se ira nunca de este corazón que solo puede latir por verla, por admirar esos ojos azules, esa sonrisa, ese rostro tan hermoso que mueve en mi cada fibra de mi piel, mi sangre se acelera y todo mi sistema le pertenece a ella, no puedo creer que hayan pasado meses desde la ultima vez que nos vimos y parece estar mas bella que nunca, ahora que la tengo enfrente Nany nos ha dejado solos deseo abrazarla, besarle, por todo el tiempo que perdimos estando separados el silencio nos envolvió a ambos, de la mano vamos directo a la habitación, dejo por ahí el sombrero, trato de respirar los nervios invaden mi cuerpo, cuando cerramos la puerta tras de si, nos besamos, necesitaba saborear esos labios con los que había soñado muchas noches, acariciando el lado de la cama donde ella dormía, luego de aquel instante de felicidad en medio de aquella recamara que pareciera ser mas pequeña de lo que recordaba habla aquel momento en el que me ha pedido comenzar de nuevo, ha sido como una bocanada de viento fresco para mis sentidos. la platica se alarga hasta que escucho que vamos a tener un hijo, de pronto puedo sentir como el piso se mueve bajo mis pies, de rodillas reparto besos por su vientre que esta lleno de vida al escuchar que es un varón el pecho se me hincha de orgullo, su sonrisa no puede ser tan bonita nos abrazamos disfrutando de aquella noticia, la felicidad ha regresado a nuestras vidas todavía siento que esto no es real espero que no sea un sueño, pero al darme cuenta que mi mujer yace entre mis brazos, me olvido de todos mis pensamientos y aferrándome a lo maravilloso que es abrazarla nuevamente, termino por hacerme a la idea de que seré padre por segunda vez.

—Sigo sin creer que tendremos otro hijo mi amor y que llegara pronto, no sabes cuanto te amo cuanto necesitaba tenerte así aquí, conmigo —Permanezco recargado en la cabecera de la cama mientras María Teresa esta recostada sobre mis piernas ambos tenemos las manos sobre su vientre acariciamos a nuestro futuro hijo, estoy tan emocionado que quisiera tenerlo ya entre mis brazos.

—Yo tampoco Santos, cuando me entere no podía creer que la vida nos fuera a unir de esta manera, necesitaba tiempo para asimilar las cosas, sin embargo este bebé me dio la respuesta a todos mis cuestionamientos sobre nuestra relación Natasha ha hecho todo para intentar separarnos pero esta vez, cruzo todos los limites para hacerlo, no quería darle el gusto de irme de puerto bravo por que ella no se lo merece no obstante en ese momento estaba tan confundida que solo necesitaba respirar otro aire, poner tierra de por medio, tenia tantas ganas de que estuvieras aquí conmigo, que ahora que te tengo me parece un sueño —Sus ojos azules me miran, me miran y me miran sin creer que esta en mis brazos, segura de todo que entrelazamos nuestras manos, se reincorpora para darme un beso largo y profundo que me mueve todo por dentro, la ultima vez que nos despedimos hicimos el amor y saber que nuestro hijo ya crecía en su interior me hace sentir un poco culpable, luego de aquello nos quedamos en silencio, ella juega con un mechón de su cabello algo esta pensando y necesito saber que.

—¿En que piensas Harvar, parece que maquinaras algún plan siniestro contra mi, si deseas lo podemos hablar o no? —Mi sonrisa la ha contagiado, se incorpora nuevamente, esta vez la pongo sobre mi regazo, abre un par de botones de mi camisa y sin mirarme suelta de pronto aquella pregunta que no esperaba.

 —¿Alguna vez paso algo, entre mi hermana y tu? —Alza la mirada clavándome aquellos ojos azules curiosos, buscando respuestas.

Mi esperanza eres tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora