La verdad provoca dolor; la mentira, en cambio, provoca, decepción.
Narra Santos
Dos semanas después
Aún recuerdo el sonido de la puerta de aquella camioneta cerrarse cuando ella se fue ese sonido que de pronto hizo eco en la sala de esta casa, el abrazo que me dio sin ganas de despedirse lo sentí, al momento en el que nuestros cuerpos se unieron fue genuino algo real la manera en la que temblaba y yo solo estaba de pie deseando que aquel instante fuera eterno no quería que se fuera no obstante estaba en todo su derecho de marcharse ambos necesitábamos espacio aire para respirar, un momento para aclarar nuestras mentes a pesar de que hicimos el amor nada había quedado claro entre nosotros, solo el aguijon de la duda clavado en nuestras pieles envenenando nuestra sangre todavía puedo evocar el frió helado que recorrió mi espalda cuando nos separamos, la ultima noche juntos y ese preciso momento en el que se despidió de mi sin mirar atrás, llevándose a las niñas y destacando el hecho de que estoy en todo el derecho de ver a nuestras hijas y se lo agradezco María Teresa es una gran mujer y lo supe desde el momento en el que la conocí, y es una gran madre se que cuidara muy bien de ellas es amorosa, cálida, dulce y con un instinto maternal hermoso Lucia y Esperanza se tenían que ir con ella lejos de todo lo que envuelve este lugar, la mala saña de Natasha Vivanco, por un lado una parte de mi esta tranquila por que estén lejos de esa mujer que sigue obsesionada conmigo no se en que momento todo se convirtió en una maraña de mentiras, manipulaciones y termino saliendose con la suya al menos es lo que ella cree sin embargo creo que esa vez que María Teresa nos encontró en su casa no sucedió nada, algo puso en mi bebida y tendré que sacarle la verdad aunque tenga que obligarla de alguna manera, me detengo ante las puertas de la casa grande bajo de mi fiel compañero y suspiro. al subir las escaleras y llegar hasta el ultimo peldaño me he quedado pensando en las tres mujeres mas importantes de mi vida de pronto estoy ensimismado en aquellos pensamientos pero se ven interrumpidos por la voz de Bernarda que termina por sorprenderme doy un pequeño salto y la encuentro detrás de mi.
—¿Las extrañas verdad? esta casa se siente tan sola desde que se fueron, me cuesta creer que estén separados, Santos, desde hace dos semanas ya no eres el mismo de siempre y lo entiendo nunca te vi tan enamorado de una mujer como lo estas de María Teresa —Se acerca a mi y me toma del hombro para darme un ligero apretón, centro mi vista en el horizonte tratando de guardarme las lagrimas que llevo conteniendo desde que empezó la jornada de hoy, no es una mentira que lloro por ellas cada noche.
—Mas que nunca Bernarda, las extraño a las tres, extraño a María Teresa con toda mi alma a Lucia y a Esperanza, ellas llenaban esta casa con sus risas, con sus llantos, mis niñas eran la luz que irradiaba en estas tierras, era increíble llegar a casa cansado y saber que en ellas me esperaban ansiosas el cansancio de iba por completo y que en solo mirarles sus ojitos azules tenia toda la felicidad del mundo por que su madre y yo las trajimos al mundo con mucho amor extraño a su madre cuando ella me recibía en nuestra habitación el mundo no importaba acá afuera, solo bastaba con perderme en su sonrisa y en sus gestos para saber que tenia la felicidad completa y ahora no están, esta casa parece que guarda el eco de sus voces me duele el alma y hay días en los que hasta respirar duele —Finalmente aparto la vista del horizonte y Bernarda esta a mi lado apoyándome como hace dos semanas.
—Sabes donde se encuentran, Santos solo necesitas ir a buscarlas e intentar hablar de nuevo con María Teresa y decirle como fueron las cosas realmente, tienes que ser valiente y enfrentar la realidad, se que decidiste darle tiempo para que las cosas tomaran su curso no obstante han pasado dos semanas y ninguno de los dos ha levantado el teléfono, de pronto creo que ambos guardan un orgullo que no los deja ver mas allá de todo el amor que se tienen.
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Mi esperanza eres tú
FanfictionNo es un final si no el comienzo de una nueva historia por qué mi esperanza eres tú