Reencuentro

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Admitirlo sería realmente vergonzoso para ella, pero se sentía intimidada ante la mirada de aquel rubio. Durante la comida se mantuvo cabizbaja, intentado pasar desapercibida por la familia Uzumaki. Era cierto que quizá Boruto podía tenerle cierto resentimiento por lo que había hecho, pero eso a ella le daba igual, le ponía de nervios que fuera tan estúpido como para decirlo en voz alta, frente a su madre, y sin contar que no estaba en el momento más estable de su vida, ni siquiera sus padres.

—Sarada, te hicieron una pregunta—Dijo su madre tocándole el codo

Ella salió de su mundo, reaccionando a la vergonzosa realidad. Había aceptado conocer a la familia de Sasuke, estaba dando su brazo a torcer para que su madre viera que estaba contribuyendo a la buena relación familiar.

—Perdón ¿Qué?

Empezaron a reír, y ella agacho la cabeza nerviosa.

—Parece que la plática de los adultos esta más aburrida de lo normal, dejemos que los niños se vayan a divertir, Boruto, ¿Por qué no le muestras el lugar a Sarada?—Mencionó Suigetsu

Sarada le hecho una mirada de odio a Suigetsu y este reía internamente, había escuchado parte de la conversación matutina de los adultos, donde sugerían que necesitaba establecer vinculaciones con gente contemporánea a ella, Suigetsu mencionó que era hora de conocer a cierto rubio ya que eran de la edad;

Durante esa semana Sarada y el convivían más debido a los conflictos que estaban surgiendo con sus padres, ella no podía platicar acerca de su terapia con su madre y Sasuke no estaba en casa para al menos avisarle de su mejora, así que la única opción que le quedaba era Sui, dándole más detalles acerca de cómo inició con las propuestas. Hablar sobre el suceso hizo que su adaptación fuese más llevadera y que pudiera entenderse mejor, además de que Sui complementaba a sus motivos acerca de porque lo hacía, dándole la razón.

Por la descripción que Sarada le dio, intuyo que el primero con el que salió había sido Boruto, ya que Delta los vinculó, además de que la versión que dio Boruto involucraba a una chica misteriosa que le ayudo a ponerle fin a los engaños de Delta.

El día anterior sus padres habían estado discutiendo respecto a sus trabajos y las horas dedicados a estos, por lo que opto irse en la mañana con Suigetsu al desayuno con la familia de Sasuke. Ella esperaba toparse con Itachi o inclusive con Indra, pero ver a Boruto en la entrada fue como descubrir una tarántula en el papel de baño el día en que tienes diarrea. Ahí fue cuando Suigetsu confirmo sus teorías, observando sus rostros desconcertados y señalándose con el dedo sin decir nada.

—Será un placer—Dijo, dejando el videojuego de lado intentando modificar su tono de voz por otro más amable

—Yo voy, yo voy—Mencionó una niña de cabellos azules saltando de un lado a otro

Sarada miro a su madre y esta le hizo la seña de que se fuera, ella se levantó de ahí sin decir palabra alguna.

Ninguno de los dos se atrevía a mirarse o a decir palabra alguna, era incomodo, y vergonzoso, esperaban jamás volver a verse o hablar de lo que ocurrió, se habían conocido en momentos difíciles para ambos y seguían transitándolos.

—Mi nombre es Hima—decidió romper el silencio—¿Cómo te llamas?

—Sarada

—A ese es tu nombre—Dijo Boruto, metiéndose a la conversación

—¿Y el tuyo?

—Supongo que lo escuchaste en la mesa—Dijo cortante

—No te pregunte a ti, metiche—Le respondió, haciendo reír a Hima

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