capitulo 30

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La sala se volvió abruptamente silenciosa en cuestión de segundos, con sus miradas puestas en una sola persona. ¿Como no quedar inmóvil y sin habla al ver entrar al gran e inigualable maestro Bloody Rose? Sobre todo con ese porte, elegancia.

Vistiendo ese traje de alta costura blanco tallado a su espléndido y sensual cuerpo, con un largo saco rojo sobre sus hombros y unos guantes de igual manera rojos.

Algunos no se atrevían a verlo a los ojos, esa presión que emana cada poro de su cuerpo e imponencia al caminar, no era una broma.

Muchos de ellos querían postrarse ante él, los más jóvenes poder cumplir sus fantasía de estar arriba o bajo de él, apreciando tal vista impresionante y maravillosa.

No se atrevían a verlo directamente, porqué están más que sabedores que el séquito de el maestro Bloody Rose, les sacarían los ojos por tener tales agallas.

En esa gran sala abarrotada de muchas personas, de todas las edades, con antifaz. El maestro Bloody Rose, es quien conoce todos y cada uno de sus secretos. No era necesario que se quitaran el antifaz, él ya sabía quién es quien. Así de grande es su red de información.

No era necesario entrar por la puerta donde se encontraba los que no había podido pagar una sala de primera clase, sin embargo el maestro Bloody Rose quería realizar una gran entrada y sobre todo, llamar la atención de una persona en especial.

Si, después de todo Maximiliano si asistió a la subasta. Con la esperanza de encontrar algo lo suficientemente valioso y hermoso para regalarle a su joven novio, Hayden King.

-Él si que sabe como llamar la atención, pensé que eran mentiras cuando dijeron que asistiría.-Expresó Constantine-¿Por qué tenía que desfilar por toda la sala si al final subiría a una de esa privadas-Susurró.-¿Que tratamiento usará para mantener ese cabello azabache tan brillante?-Siento que quedaré ciego.

Es la primera vez que me encuentro así de cerca con alguien tan importante como lo es él, no eran mentiras cuando dijeron que era una belleza. Aún cuando oculta su rostro tras ese antifaz, dejado a la vista solo sus labios, sigue exudado belleza.

Ahora entiendo el porqué la mayoría quieren lamerle los pies y no se enojan si los estafan con información a medias. Ya que en ocasiones alguien más a pagado más, para que le mienta a la otra persona, así como nos pasó. Nos daban información a media.

-Solo cállate, si quieres morir solo ve a preguntarle y muere solo.

Jacinto también quería mirar a esa dirección, sentía que esa aura de superioridad y sofocante ya la había sentido antes. Sus instintos también se lo están confirmando, pero no sé atrevió.

-¡Viene hacia aquí!-Susurra Constantine, todo exaltado.

Fue entonces que Maximiliano, llevo su mirada a su lado izquierdo, solo para ser recibido con una sonrisa pícara y esa mirada juguetona plasmada en el rostro y labios del maestro Bloody Rose.

El alfa se estremecio y se enfureció al mismo tiempo, porqué a su mente vino Hayden, verlo sonreír de esa forma fue como ver a Hayden.

Eso le molestó a Maximiliano, y lo hizo sentir desagradable el creer que él maestro Bloody Rose, se parecía a Hayden. Cuando este, no tenía esas preciosas gemas rojas brillantes.

-Con permiso.

Antes de torma asiento, Jaoli le quitó el saco a su maestro, de esa manera su jefe estaría más cómodo. Ella y los otros tres se colocaron detrás de la silla de su maestro.

Maximiliano frunce el ceño al sentir esa mirada penetrate sobre su rostro, la persona sentado junto a él, no hacia ni el más mínimo esfuerzo para ocultar que lo estaba viendo.

Rosa sangrientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora