+18 capitulo 26

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Ni en mis sueños más locos hubiese imaginado algo así, Maximiliano está vez me sorprendió tanto que me ha dejado sin habla.

Mucho antes de que las puertas del departamento se abrieran, el me levanto en sus brazos y me llevó a su habitación. Solo para lanzarme a la cama mientras se desvistió hasta quedar completamente desnudo, era como si estuviese desesperado por unirse conmigo.

Su deslumbrante cuerpo musculoso y firmé me hacía babear cuál perro al ver un hueso crujiente. Ahora entiendo el porque a Choco, mi pequeño pastor alemán, se vuelve loco con ese hueso de juguete.

Tenía en mente lo que quería Maximiliano, él estaba pensando en dominar está noche. Más no sabe que hace lo que está haciendo solo me hace enloquecer y me beneficia solo a mí de alguna manera.

Los ojos rojos están idiotizados con la vista frente a el, no podía creer lo que estába viendo, presenciando. Se encuentra inmóvil sobre la cama.

De las esquinas de sus rojos e hinchados labios, se escapan hilos de plata. No podía mantener su boca cerrada, no cuando Maximiliano se encuentra frente a él con las piernas separadas, mostrado todo y sobretodo preparándose a simismo. Eso hizo vibrar no solo el corazón de Hayden.

La mirada del más joven se volvía más oscura cada vez que esos dedos del alfa, expande ese pequeño y pegajoso lugar a causa del lubricante derramado. Pero lo que más enloquece a Hayden, es esa expresión caliente en el rostro de Maximiliano.

Esa manera en la que muerde sus labios para evitar gemir al momento en que sus dedos, se van adentrando en ese pequeño espacio. Espacio que se encuentra ansioso por ser tocado por ese joven de ojos rojos y una sonrisa lasciva como desquiciada.

Un sonido obsceno es provocado cada vez que Maximiliano, mueve esos dedos y toca algún lugar que lo haga sentir bien.

Aunque el alfa intenta tener esa mirada neutral, el sonrojó en sus mejillas deja al descubierto su vergüenza, al sentirse expuesto de tal manera en la que se encuentra. Con sus piernas separadas.

Maximiliano tiene su mente completamente fuera de sí, desde el instante en que sus labios se mezclaban con los de Hayden, en el interior del auto. Algo se encendió en él, algo que solo podía ser pagado con el roce del más joven.

Maximiliano se volvía una persona completamente diferente cuando su mente se encuentra perdida en el placer, aunque el se niegue aceptarlo, le está gustando la sensación que solo Hayden, puede otorgarle.

El más joven se moría por ayudarle, pues su palpitante y gran erección le está causando incomodidad. Dolía, quería embestir al alfa de ojos celestes cristalizados.

Pero el alfa le prohibido a Hayden, moverse. Si llevaba a mover un solo músculo, el se detendría y ahí terminaría la intimidad entre los dos.

Hayden por más que quería tocar el cuerpo desnudo de Maximiliano, se contuvo. No vio mentira en las advertencias del alfa, y no podía quedarse con esas inmensas ganas de comerse por completo a Maximiliano.

Está noche Maximiliano es quien quería dominar, aunque de una manera diferente pero quería ser quién tome el mando y obligue a Hayden, ser sometido debajo de el. Algo que no le molestaba para nada al más joven.

Hayden se pondrá feliz de la vida al ver como Maximiliano, suba arriba de él. Ver a Maximiliano cabalgado obscenamete en su desesperado miembro, será una de las tantas maravillas que verá y sentirá el más joven.

Pero, de alguna manera el alfa tiene en aprietos a Hayden. Por ejemplo; el no permitir que se masturbe mientras lo ve tocadose. Eso está torturado un montón al joven jadeante de ojos rojos, el quería frotar su miembro mientras veía al alfa.

Rosa sangrientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora