capitulo 59

1K 155 14
                                    

Solo estaba caminando por los pasillos normalmente, sin ser pretencioso es más, no quería destacar. Solo que eso algo imposible para alguien como él. Tenía mucha presencia y esos ojos rojos son tan misteriosos que a las personas les daba por querer seguir viéndolos.

Ya sea por sus ojos o cabello azabache era difícil para todos el quitarle la mirada de cima a ese joven, vistiendo ropa casual que remarca todos los atributos de su cuerpo. como si quisieran acariciar la piel de Hayden. (Excepto por el pantalón que es algo flojo) Maximiliano le tiene estrictamente prohibido el usar un pantalón o shorts que le remarque la entrepierna.

Maximiliano había notado que cuando Hayden salía y llevaba una ropa ajustada su entrepierna terminaba sobre uno de muslos, y en muchas ocasiones varías personas llevan su mirada a esa dirección para luego sonrojarse y mirar a Hayden de una manera coqueta. Eso causó que Maximiliano sacará su lado posesivo y en ese mismo instante impregnaba con su olor a Hayden, también lo cubría con su gabardina.

Si Maximiliano viera que en este instante que Hayden se ha quitado la chaqueta negra, estaría mirándole feo por por permitir que aprecien su ejercitado cuerpo. Cuerpo que solamente el puede admirar, degustarlo.

Hayden llevaba una camisa que dejaba expuesta no solo su cuello también su pálida clavícula sin importarle que las personas, abran sus ojos engrande por la sorpresa o timidez de ver esas marcas tan rojas en su piel principalmente la marca de colmillos en su nuca por poco y apresan la media luna carmesí tatuada algo abajo de la nuca del joven.

—¿Quién será el afortunado?

—¿Está presumiendo las marcas o no sea dado cuenta que fue marcado de esa manera?

— Entiendo a esa persona, yo también marcaría territorio si tu hubiese una pareja así de despampanante, con esa presencia y sofisticación nada forzada le sale naturalmente.

Eran unos de los cuántos susurros de los jóvenes pacientes, visitantes e incluso personal de enfermería y era entendible puesto que Hayden es un angel de belleza extraordinaria y muy masculino, pero de noche era un ángel pero caído.

Así habían personas admirando a belleza de Hayden, también había alguien mirándole con rencor mientras lo seguía disimuladamente. Oriol tras recuperar la compostura de haber escuchado a escondidas la conversación de Hayden, él se propuso hablar con Hayden así odie la idea. Tenía que averiguar si escucho bien, quitarse esa espina.

‹No debería de estar persiguiendo a este vulgar beta (todavía no sabe que Hayden es omega) pero ese nombre "Mika" sigue haciendo eco en mi cabeza, volviendo a recordar ese instante cuando ese vagabundo llamo a mi mamá de esa manera.

No puede ser la misma persona, ¿verdad? Ni siquiera debería de dudar de mi mamá, él es un hombre respetado de buena familia. Elegante, amable con los niños de los orfanatos, les ayuda con una beca completa. Pero verme aquí, queriendo saber mas sobre eso pero no por eso voy a ver con buenos ojos a Hayden.

No es mi probable que su madre haya sido un completo bastardo, solo quiero hablar con él para olvidarme de este incidente y seguir con mi vida, mi boda. Haya Hayden y sus problemas de abandono.

Estoy siendo un horrible hijo por pensar mal de mi mamá, él es hombre que ama a su hijos y nunca nos haría algo así, ni a nadie. Para empezar, ¿qué un hombre o mujer abandonaría a su propio hijo? Su sangre, ¿qué clase de maldito ser le haría eso a un pequeño que no sabe nada? Para eso mejor no hubiese tenido hijo si al final lo dejaría abandonando por un hombre.›

Corre rápido antes de que Hayden se le pierda de vista, al principio creyó que subiría al ascensor, en ese instante Oriol tenía planeado preguntar y luego alardear de su boda que se encuentra a la vuelta de la esquina.

Rosa sangrientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora