Frente a la puerta yacía Oriol e indeciso de entrar o no a la habitación, siente que no tiene la fuerza para dudar de las palabras de Rodolfo. Teme en creer en la primera excusa que suelte el omega mayor, Oriol es débil ante los mimos y mirada dulce de Rodolfo.
‹Sería ir mejor con mi padre y hermano con ellos debería de hablar primero, si siguen sin venir a visitar a mi mamá pese a que les informe que está mal la tensión, quiere decir que ellos ya están enterados de todo esto si es así entonces porque siguen guardando secretos. Estoy empezando a odiar los secretos, no son nada bueno si solo sirven para ocultar cosas que entre mas guardes mas dolerá cuando por fin te llegues a enterar.›
Ha estado mordiéndose el labio inferior desde hace un buen que le está pasando factura, se encuentra muy morado con sangre corta al igual que un hematoma recién hecho.
—Solo entremos y escuchemos sus verdades o hipocresía envuelta en excusas.
El estruendo de la puerta al ser empujada bruscamente asustó a Rodolfo, atragantandosé con la comida que estuvo a punto de asfixiarlo pero que logró pasar rápidamente por su garganta, quedando un leve ardor.
—¿Oriol?—Bebe toda el agua en ese vaso que sostiene.
Creí que de había ido a casa le dije que fuera a descansar, que está pequeña situación no sería un impedimento para su gran día; por ello debe de estár descanso sin ojeras en su bello rostro...
—¿Qué le pasó a tu labio?—Preguntó con un muy evidente enojó.
‹¿Quién fue el maldito que se atrevio a ponerle una mano encima? Fue alguien del hospital porque si es así entonces tendré que darle una lección, despedirlo y luego hacer que coma su propio excremento. Nadie lastima a mi precioso bebé y queda impune.
También me estoy cansado de esperar en estás cuatro paredes, ¿Cuando piensa venir mi esposo por mí? Al principio me creí que hablaba en serio sobre el divorcio pero tras pensarlo bien medí cuenta que eso no podría ser posible. Somos destinados, estamos entrelazados con la mordida en mi nuca, nunca no separaremos. Por que si hablará en serio desde hace tres días ya hubiera venido a visitarme el abogado de él.›
Mas no sabía que si el abogado todavía no llega con los papeles de divorcio es por una muy importante razón, se encuentra analizando y buscado cualquier cosa que le ayude de las pruebas obtenidas para que Rodolfo no tenga ni la mas mínima oportunidad en apelar u obtener un centavo de la familia Nola, incluso Felipe tenía pensado en lograr obtener la autorización de eliminar su marca en la nuca de Rodolfo.
—Ah, esto.—Se toca los labios.—No es nada solo me mordí mientras comía.—Nunca me hubiera imaginado que detrás de esa sonrisa y mirada amorosa se esconde algo inhumano, ¿en serio mi mamá y Mika son la misma persona?
—No mientas.—No le creyó.—¿Quién te lo hizo? Solo dime y me iré hacer cargo de quién sea que te lastimó.
—¿Si digo que fue Hayden también irás a darle su merecido?—Sus manos se volvieron un puño.—¿Qué le harás si digo que fue Hayden el que me hizo esto?—Dime que no le harás nada, por favor.—¿Le pegaras?
—¡Es obvio que le haría pagar con creces a ese maldito si se atrevio a tal cosa.—Eso fue un puñal atravesando el corazón de Oriol.—No te preocupes por ese bastador, pronto lo eliminaré por completo de nuestras vidas.—Añade otro puñal al pecho del joven Omega.
‹Habla con tanto desprecio y odio de alguien que nació de él, ¿como puede decir eso sin siquiera tocarse el corazón? Lo peor de todo que en la información decía que Hayden había sido traído con amor, ¡¿cuál maldito amor es ese?! ¡¡Uno donde solo es tirado peor que que basura; esa clase de amor!!
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Rosa sangrienta
General FictionHayden es un joven que fue abandonado desde niño en casa de sus abuelos, por sus e irresponsables padres, creció muy bien con los cuidados de sus amados abuelos. Pero esa comodidad se ve arruina por la inesperada visita de su "padre" a quien no habí...