CAPÍTULO XIII

960 62 6
                                    


Mi mirada se paseaba junto a ella en cada paso que daba por el aula, con la intención de almacenar cada una de las facciones de su rostro dentro de mi para recordarla a detalle los días que no la tenía cerca.  Me gustaba apreciar su expresión seria mientras explicaba la clase, esa figura firme que imponía frente a todos y que intimidaba a cualquiera que quisiese intentar faltarle el respeto. Me gustaba apreciarla bajo esa imagen, porque en el fondo sabía que no era así, debajo de lo que mostraba se encontraba una buena mujer, de eso estaba segura.

- Disimula un poco - el susurro de Sara invadió mis oídos - te la estás comiendo con la mirada.

Sonreí al escucharla, pero no fui capaz de dejar de mirar a la profesora Zender mientras señalaba la actividad que acababa de anotar en la pizarra.

- ¿Puedes fingir al menos que escribes? - el golpe que recibí en el brazo me hizo reaccionar.

- Me ha dolido - me quejé mirando a Sara.

- Lo siento, pero es que eres demasiado evidente, Irina, si la sigues viendo así ella se va a dar cuenta que te gusta.

Tenía razón. Debía actuar normal.
Agarré mi bolígrafo y comencé a escribir lo que estaba en la pizarra. Teníamos que realizar dos proyectos de aprendizaje.

- Este trabajo equivale al 40 % de su evaluación final, por lo que es necesario que vayan trabajando en él desde ahora.

Alcé la mirada y vi a Danna nuevamente, se encontraba de pie al lado de su escritorio.

- ¿El trabajo será individual o en grupo? - preguntó Arturo interesado.

- Por lo amplio que es lo harán en parejas - le respondió - pero como ustedes son veinticinco estudiantes, habrá un equipo de tres integrantes.

En cuanto dio la indicación que escriban en una hoja los nombres de los integrantes de cada grupo y se la entreguen, comenzó el alboroto, varios compañeros querían hacer equipo de tres integrantes, incluidos Sara, André y yo que queríamos trabajar juntos.

- ¡Silencio! - exclamó la profesora Zender, en un abrir y cerrar de ojos, la bulla cesó - si van a continuar discutiendo por los equipos, entonces serán agrupados al azar.

- Profesora, mi grupo es de tres integrantes - Arturo se puso de pie y le entregó el papel con los nombres de los integrantes de su grupo.

- Ya nos ganó ese tonto - masculló entre dientes Sara al ver que Danna no había rechazado el papel de nuestro compañero.

André se giró y apoyó sus brazos en el pupitre de mi amiga. 

- No se preocupen, buscaré a alguien con quién acoplarme.

Tras anotar en un post - it el nombre de Sara y el mío, me acerqué a su escritorio para entregárselo.

- Por un momento pensé que formaría equipo con Vásquez - musitó tras leer el post -it.

- Prefiero trabajar con mi mejor amiga - le respondí con el mismo tono que ella empleó.

- Ya veo. Espero un buen trabajo, señorita Sanz - sus ojos se apartaron de mí y regresaron hacia el libro que tenía abierto sobre su escritorio.

Volví a mi asiento para comenzar a trabajar con Sara. Si realizar un proyecto de aprendizaje ya de por si era tedioso, elaborar dos iba a tomarnos más tiempo, y eso precisamente era lo que menos teníamos.

Apenas finalizó la clase, salí casi corriendo fuera del aula, tenía solo quince minutos para llegar al trabajo y el tráfico a las siete de la noche no ayudaba, por lo que, debía apresurarme si no quería tener mi primera tardanza a tan solo unos días de haber conseguido empleo.

DESDE QUE LA VIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora