CAPÍTULO XXIV

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Di vueltas en la sala de la biblioteca vacía mientras esperaba la llegada de Frank. Su impuntualidad ya no me sorprendía. Observé a través de las ventanas de vidrio el panorama del campus, algunas personas se movían por doquier entre pasos apurados, otros en cambio aprovechaban el tiempo descansando en el césped desligándose de cualquier responsabilidad universitaria.

Una escena llamó mi atención, precisamente en la zona apartada donde solía acudir anteriormente a fumar. Recordé las palabras de André, él decía la verdad, desde el segundo piso de la biblioteca se miraba perfectamente esa parte del campus. No se encontraba tan escondida como pensaba.

A pesar de la distancia, logré reconocer con exactitud a una de las dos mujeres que permanecían ahí. El largo cabello rojizo de la profesora Echevarría no pasaba desapercibido ante nadie. Hice un esfuerzo por descifrar la silueta de su acompañante.

- ¿Qué estás mirando?

Giré sobresaltada al escuchar una voz detrás de mí.

- ¡Frank! - exclamé - me has asustado.

Él se rio y se colocó a mi costado en la ventana.

- Mira allá al fondo - le señalé con el dedo la dirección de la escena que presenciaba hace segundos.

- Oh ya entiendo - dijo entrecerrando un poco los ojos - ¿esa es la profesora Echevarría?

- ¿La conoces?

- El tercer año llevé un curso con ella.

- ¿Logras identificar quién está a su lado? - inquirí volviendo a visualizar a la mujer de vestido negro corto.

Me quedé atónita al ver como la profesora Echevarría la empujaba con sus brazos haciendo que se desestabilizara de su postura firme. No necesitaba ser experta en lenguaje corporal para deducir que estaban teniendo una fuerte discusión.

- Buen espectáculo estamos presenciando entre la profesora Echevarría y la encargada del área de actividades culturales - comentó Frank sonriente.

- ¿Qué?

- La otra mujer con la que discute es la que trabaja en la oficina de actividades culturales... no recuerdo su nombre, ¿Alicia? ¿Lucía?

- Julieta - afirmé. Ni siquiera suponía que esa silueta podría ser de ella ¿Por qué discutían?

- Al parecer la profesora Echevarría ya se enteró de los rumores.

- ¿Rumores?

- ¿No los has escuchado?

Negué con la cabeza.

- En la facultad de letras y ciencias humanas hace una semana ha comenzado a circular el rumor de que el director del área de admisión mantiene un amorío con la encargada de la oficina de áreas culturales, además, unos compañeros los han visto juntos el fin de semana en un bar en situaciones comprometedoras.

No me sorprendía, a simple vista Julieta aparentaba ser una mujer sin escrúpulos.

La discusión no parecía tomar buen rumbo, por el contrario los empujones eran más frecuentes. Me sentía mal por la profesora Echevarría, verla exaltada de esa manera, no la caracterizaba en lo absoluto.

- Bueno, el show culminó - murmuró Frank apartándose de la ventana.

La profesora Echevarría se marchó del lugar dejando sola a Julieta.

Después de lo observado me resultó complicado permanecer concentrada en la elaboración de mis tareas, la distracción que causaba Frank hablando acerca de cualquier tema que se le ocurriese terminó por hacer que acabase rindiéndome en avanzar algún pendiente. Quedar a realizar nuestros deberes dentro de la biblioteca no fue una buena idea.

DESDE QUE LA VIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora