Anoté mentalmente las indicaciones que decía James, el bartender, mientras preparaba una margarita. Últimamente paraba pegada a él como chicle en el restobar aprendiendo a hacer cócteles. Con lo poco que llevaba conociendo estos días, me parecía un rubro interesante.
- Así es como se prepara... - dijo James terminando de decorar el borde de la copa de margarita con sal y una rodaja de limón - Ahí te va una pregunta, ¿cuál es el tipo de bebida que se usa en este cóctel?
- Tequila - alegué segura.
- ¡Bien! Para la próxima tienes que prepararlo tú misma Irina, aprenderás mejor de esa forma - intervino Óscar colocándose en el taburete de al lado.
- Es una buena idea - añadí colocando la copa de margarita en mi bandeja - Luego nos vemos.
Caminé hacia la mesa en la que solicitaron la bebida y se la dejé al cliente. El timbre de la cocina sonó, avisando que unos platos de comida ya estaban listos.
- Oye...
Miré a Laura que se encontraba sentada en el área de caja.
- Si, dime - le respondí con una sonrisa.
- Ten un chocolate.
Cogí el envoltorio que me ofrecía.
- Gracias, Laura.
La vi aproximarse con otros chocolates a la barra donde continuaban James y Óscar conversando. Me alegré por ella. Progresivamente iba dejando de lado su timidez y se relacionaba más con los demás.
Las horas dentro del restobar transcurrieron como un pestañeo; cuando me fijé en la hora, mi turno había finalizado.
Al salir del área de los vestidores, me sorprendí al observar a André sentado en uno de los taburetes de la barra.
- ¡Hey! - exclamó apenas me acerqué a él - he venido por ti.
- ¿Por mi?
- Necesito hablar contigo.
- ¿Sobre qué?
André se despidió de James, también me despedí y salí tras él fuera del restobar.
- ¿Es tuya? - le pregunté haciendo referencia a la motocicleta lineal negra en la que se acababa de apoyar.
- Si, no suelo usarla con frecuencia, por eso no la has visto antes.
Asentí con la cabeza.
- ¿Qué es lo que quieres decirme?
- Sara me dijo que no - expresó con el rostro desencajado.
Entendía perfectamente a lo que se refería. Sabía que él iba a aprovechar la salida que tenía con Sara en la mañana para confesarle sus sentimientos y pedirle que acepte ser su enamorada.
- Al parecer... no siente lo mismo que yo - concluyó con voz entrecortada.
Coloqué mi mano en su hombro intentando darle ánimo.
Desde hace semanas sospechaba que los sentimientos de Sara no iban en la misma dirección que los de André, pese a las constantes salidas que tenían. Sin embargo, tenía en claro que no debía entrometerme en el asunto que le correspondía aclarar únicamente a ellos.
- Lo siento mucho.
- Supongo que por algo suceden las cosas.
- Eres guapo, verás que hallarás pronto a alguien que corresponda a tus sentimientos.
Una leve sonrisa cambió su expresión.
André se ofreció a llevarme a mi departamento, por lo que en unos minutos ya nos encontrábamos frente al edificio.
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DESDE QUE LA VI
RomanceSus ojos marrones despertaron una parte que desconocía de mi. Sensaciones que antes no había experimentado. Todo cambió desde que la vi.