24 Iván.

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  (ADVERTENCIA: CONTIENE VIOLENCIA.)

El vuelo de Karina rumbo a México a despegado, mis ojos no dejan de ver el tablero con los despegues y aterrizajes programados, hago cuentas mentalmente para saber la hora en la que llegará a México, saco mi teléfono para hacer una llamada.

-Necesito que me mantengas informado sobre un vuelo-. Digo en cuanto contesta Miguel, un contacto que tengo en las torres de control aéreo de México

-Claro, ¿Cuál? -. Dice cortante.

-Es un vuelo directo de Londres a México, el número del vuelo es 3419, en cuanto el avión entre a cielos mexicanos lo quiero saber.

-De acuerdo.

-También informarme cuando aterrice.

-Bien.

Le cuelgo, marco otro número y comienzo a caminar rumbo al estacionamiento.

-Tengo trabajo para ti.

Felipe no duda en aceptar.

-Mi chica fue a México, su seguridad está en tus manos, viaja con uno de mis hombres, quiero que los recojas en el aeropuerto y los lleves a su destino, mantente a distancia, ella se altera un poco al sentirse vigilada ¿Entiendes?

-Si jefe.

-Bien, y prepara a los hombres llego a más tardar mañana, tengo que resolver unos asuntos aquí, la carga del chileno llega pasado mañana, aprovecharé que voy para allá y se la entregaré personalmente.

-De acuerdo.

Le cuelgo en cuanto salgo al estacionamiento, Dimitri me espera en el auto.

-Sophia ya se está encargando de juntar a los hombres, le pedí que fuera discreta-. Me dice Dimitri en cuanto subo al auto y lo pone en marcha.

-No servirá de nada, dices que no me traicionas, pero alguien más si lo hace, así que hay que mantener los ojos bien abiertos-. Mi voz es fría.

El ambiente en el auto se siente tenso.

Tenso por la conversación que sostuvimos en mi oficina antes de que Karina irrumpiera, tenso porque sé que es verdad que de traicionarme ya le hubiera hecho algo a Karina y tenso porque aún hay una pequeña parte en mi interior que me impide volver a confiar en él ciegamente.

Bien podría estar actuando y esperar a que baje la guardia para dar su golpe, y todo depende de cómo salgan las cosas esta noche, confirmaré personalmente la información que logró conseguir Dimitri, si Juwoon aparece, podré volver a confiar en él.

Llegamos rápidamente al lugar donde quedamos de vernos con Sophia, es un edificio en un barrio pobre de Londres, el ambiente se siente pesado tan solo bajar del auto, el edifico es de mi propiedad, lo uso como bodega, a la gente de este lugar no le interesa lo que yo haga aquí, o las cosas que guarde, saben mantenerse alejados de los problemas.

Al entrar al edificio el humo del tabaco y de mariguana se mete por mi nariz, varios hombres me esperan para darles instrucciones, Sophia está entre ellos revisando minuciosamente las armas que utilizaremos.

- ¿Está todo listo? -. Hablo en cuanto traspaso el umbral, camino decidido hacia donde se encuentra Sophia. La mirada de los hombres se posa en mí, algunos se yerguen a mi paso.

-Sí, dos hombres no se presentaron-. Dice Sophia y me lanza una mirada significativa.

- ¿Quiénes son? -. Sé a qué se refiere.

-Los hermanos Smith-. Deja el arma que inspecciona a un lado.

-Bien, ya me encargo yo de ellos- la miro a los ojos y sé que me comprende-. Escuchen, quiero que sean discretos, silenciosos y rápidos, Juwoon es mío, quien lo encuentre sólo deberá entretenerlo el tiempo necesario hasta que yo llegue, no quiero fallas ¿Entendieron?

El efecto rusoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora