35. Dimitri

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Las llantas del carro de Iván rechinan contra el suelo del garaje, no pierdo tiempo y subo a mi auto, lo pongo en marcha y salgo a la calle, desde el teléfono del auto le marco a Sophia quien no tarda en responder.

-Necesito que alistes a los hombres, voy para allá.

-De acuerdo, pero ¿Qué hay de los sujetos que aún siguen cautivos?

-Libéralos.

- ¿Qué? ¿Estás seguro?

- ¡Escucha, Iván va directo a una trampa, libéralos o mátalos, no me interesa, tenemos que movernos pronto!

-Estaremos listos en cuanto llegues-. Cuelga el teléfono.

Piso a fondo el acelerador mientras un mal presentimiento se instala en mi pecho, él va directo a una trampa y encima de todo tengo que encontrar a Karina.

Karina. Karina. Karina.

Esa mujer logró lo que nunca creí posible, puso el mundo de Iván de cabeza, logró destruir el caparazón hermético en el que por tanto tiempo Iván se estuvo escondiendo.

Ahora, él está dispuesto a ir a la trampa sólo para darme tiempo de encontrarla y sacarla con vida de donde sea que la tengan, si corremos con suerte, la tienen en el lugar que me dijo Iván.

Miro la hora, tengo el tiempo limitado, no me gusta nada que Iván se haya ido sólo, tengo un mal presentimiento con respecto a todo esto.

Él es como un hermano para mí y me dolería mucho si algo le llegara a pasar. Desde que éramos niños siempre estuvimos juntos, ambos fuimos hijos únicos y aunque creo que eso de alguna manera influyó a que nos hiciéramos muy cercanos, jamás olvidaré la valentía que tubo ese día para enfrentar al oso, el coraje en su mirada.

Si no hubiera sido por él, dudo mucho que ahora estuviera vivo. Siempre he estado a su lado y él a mi lado, no dudé en seguirlo a este mundo en el que su padre lo metió.

Sé de antemano que todos en esta vida necesitamos de alguien que nos sea incondicional, así que yo decidí ser para él esa persona, y él lo es para mí, aunque no lo haga visible, lo sé, y no lo culpo por no poder ser capaz de expresar sus sentimientos.

Él lo es todo para mí.

Mi amigo. Mi cómplice. Mi hermano.

Es por eso por lo que estoy decidido a no abandonarlo, a pesar de que él dudó de mí por un tiempo, eso no me detendrá para hacer que el día de hoy salga con vida de esa trampa a la que va.

Una llamada entrante me saca de mis pensamientos, miro la pantalla del carro, el nombre de Tiana aparece en ella, el corazón me da un vuelco y una extraña sensación me oprime el estómago.

-Hola... cariño-. Me es extraño hablarle así a una persona, pero a la vez se siente bien.

-Hola cielo, ¿Cómo estás? -. Dice en un tono meloso, me gusta oírla hablar así.

-Bien cariño, ¿Tú cómo estás?

-De maravilla, tengo al mejor novio del mundo, creo que eso es suficiente ¿no lo crees?

Suelto unas risas, y el bochorno sube a mi cara, me agrada estas nuevas sensaciones que estoy sintiendo.

Debo admitir, que ahora entiendo a Iván, Tiana me vuelve loco, es una mujer imparable, fuerte, aguerrida, compasiva, amable, bondadosa, parlanchina, que no acepta un no por respuesta, el ejemplo está en que a pesar de que la rechace en varias ocasiones, no se rindió y ahora ocupa mi corazón.

-Eres muy afortunada- Bromeo

-Querrás decir que tú eres el afortunado.

Sonrío.

El efecto rusoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora