Que quede entre nosotros | Riverduccion

pelinegro

La mirada perdida de samantha por la ebriedad enfoco repentinamente a una figura conocida, alta, pelinegra y con lentes se acercaba a ella rapidamente.

Claramente no era felix, estaba muy ebria para intentar moverse rapidamente, estaba mareada, su vista estaba nublada.

—Hola samy, felix me dijo que viniera por ti porque se tuvo que ir — Felix esta en el baño — dijo algo desorientada ubicando aquel rostro, claramente era osvaldo — No samy, ya se fue, se quedo preocupado por ti y me pidió que viniera a recogerte— el pelinegro tomó firmemente la muñeca de la chica jalandola haciendo que esta se separe de la pared en la que estaba recargada.

—No me toques pendejo — samantha se solto del agarre de este empujándolo ligeramente y tratando de caminar al piso de arriba.

—¡Samantha ven! — el chico la jaló fuertemente atrallendola hacia el, el tiempo cada vez iba mas lento, realmente se sentia en peligro.

¿Donde estaba felix? ¿Por que tardaba tanto? Encerio lo necesitaba.

Osvaldo la recargo nuevamente en una de las paredes cercanas acorralandola inevitablemente.

—!Osvaldo suéltame! — Samy, solo callate, eres hermosa ¿Por que no me elegiste a mi?—el pelinegro la tomo de la cintura firmemente mientras acariciaba con una de sus manos su rostro —¿¡De que hablas!? — ¿¡Por que verga te fuiste con ese pendejo!? ¡Acababas de conocerlo y fuiste de puta a meterte con el! — ¡Suéltame! ¡Me das asco! —.

—¿Que acabas de decir?— La rubia se acerco a su oido lentamente — me das asco osvaldo — ¡Callate! — Osvaldo la aventó contra la pared provocando que esta se golpeara en la cabeza mientras este aun tomaba bruscamente sus muñecas.

—Si tanto te ama como lo dijo ese puto día, ¿¡Por que no esta aqui para hacerla de heroe como siempre!? Eres una tonta, no debiste creer en el — la mirada del pelinegro era profunda, la veia con odio, manera en la que nunca la abia visto en ningun momento cuando aun eran amigos.

¿donde mierda se abia metido felix? Samantha tenia miedo de lo que era capaz de hacer ese completo desconocido.

—¿no vas a decir nada? Lo suponía, ¡ahora camina porque te voy a demostrar que te equivocaste al elegir a ese pendejo! — ¡Sueltame! — esta intento huir inutilmente, claro que el tenia mas fuerza, su agarre lastimaba sus muñecas de manera impresionante, sus piernas fallaban cuando intentaba moverse, las personas en el lugar solo la veían mal en vez de ayudarla.

Osvaldo solo jalaba su muñeca mientras caminaba a la salida rapidamente.

— ¡Que me sueltes! — ¡Camina imbecil! — un empujón hizo al mas alto detenerse por completo soltando el agarre en el que la sometía fuertemente.

Calma instantanea y satisfaccion llenaron su vista al ver a su pelinegro intercambiar puñetazos y golpes con osvaldo.

Jamas lo abia visto tan molesto en el año y medio que llevaban saliendo.

Samantha subio las escaleras rapidamente para buscar a las demas personas en su grupo, esta entro a la habitacion desesperadamente teniendo todas las vistas en ella —¡Felix!— la respiracion agitada, asustada y entrecortada de la chica evitaba que alguna frase saliera de su boca —¿Que?— dijo sebastian levantandose rapidamente.

—¡Felix, osvaldo, abajo!—¿¡Se estan peleando!? — ¡Puta madre! ¡si! — verga — samantha bajo corriendo con sebastian, aldo, juan y oscar a intentar detenerlos.

—¿¡Que paso wey!? Jamas lo había visto asi...—dijo sebastian viendo como los demas iban a separarlos — ¡El pendejo de osvaldo me queria sacar a la fuerza cuando el no estaba¡ — puta madre, fue nuestra culpa samy, perdon encerio... — ¿¡De que hablan!? — Pues le dijimos a felix que viniera con nosotros cuando ya se estaba yendo contigo — eso no importa,¡hagan algo! — samantha, ¿No te hizo nada?—preguntó abril  — la rubia escondió sus manos rapidamente — no, estoy bien, ayuden a felix — Samantha trataba de evadir el tema mientras veía como.