Epílogo

83 7 1
                                    


Naia pensó que estaba soñando, el temor de despertar y ver que todo era una vil mentira, una trata del destino, la llevo a cerrar los ojos con más fuerza, si era así prefería seguir soñando.

Unas pequeñas y suaves manitas acariciaban su rostro, esa voz angelical de dos personitas en las que vio una hermosura sin igual, no pudo contener la felicidad sentida y la materializo en una sonrisa, palpando unas mejillas regordetas y se escuchó un par de risas que le llenaron el corazón de gozo.

Se sentía tan real.

Dejando su miedo de lado como la Bartsch que era, abrió los ojos para encontrarse con cuatro luceros mirándola con el amor que solo un hijo le puede profesar a su madre. Su sonrisa se extendió iluminando el rostro de la castaña quien abraso a sus dos hijos como si con aquello pudiera despertar del sueño que aún tenía.

Mas lejos de la realidad no podía estar, al ver salir a su esposo quien le dio un beso en la frente y luego en los labios con un muy bueno día, sus hijos se estremecieron como su tío Axel les había enseñado ante tal acto de amor, lo que provocó una mirada cómplice en los padres y una sonrisa en sus rostros.

Los pequeños trataron de huir, sabían lo que esa mira repercutía, pero fue lo que menos pudieron y el ataque de cosquillas no se hizo esperar inundando la habitación de las risas de los cuatro habitantes en aquella estancia.

La pareja vestía a sus hijos para la reunión familiar, al bajar todos reunidos, no pasó desapercibido del atuendo de la familia, de inmediato se supo que los herederos Westen Bartsch tenía sus propias influencias.

Alan vestía de traje, hecho a la medida, Naia miro con sospecha entre su padre y su esposo, el ultimo culpo a su suegro quien sonrió orgullo, el niño corrió al lado de sus abuelos maternos quienes lo recibieron con los brazos abiertos junto a la pequeña Ariana hija del mayor de los Bartsch.

Dara por lo contrario vestía a juego con su madre en un hermoso vestido veraniego, quien no dudo en arrastrar a Zack hijo de Luz al jardín donde se llevaría a cabo la reunión. Alan y Ariana no tardaron en hacerle compañía a los dos pequeños, quienes jugaban con un pasado de años Horus.


***

Axel y Sofía se casaron, Sofía tuvo la boda que siempre soñó, con un vientre abultado enfundada en un vestido color champagne, con su sinigual sonrisa. Lo que no pudo evitar el hombre que la esperaba en el altar fue que se le humedecieran los ojos al ver caminar a la mujer de su vida y madre de su hija hacia él. Trago el nudo en su garganta evitando que se materializaran las lágrimas, más evidenciando una sonrisa genuina.

Por su parte Meyer se dio por vencido ante una boda que se realizaba, guardo la esperanza hasta ese momento, pero ante la declaración de amor de la mujer en el altar supo que su lugar era precisamente ese, al lado del hombre que la mira como la única mujer y, joya más preciada.


***

La reunión tan esperada se llevó a cabo, lo que nunca se esperaron fue que tres Bartsch entraran a la sala, donde todas las miradas en el lugar se posaron en la mujer enfundada en un conjunto de cuero negro que le acentuaba a su figura como un guante.

No se podía negar que la mujer que tenía carácter, para nada se inmuto ante la mirada de todos aquellos que la analizaban y trataban de hacerla flaquear con solo una dura mira.

Su expresión cambio cuando reconoció a uno de los tantos hombres en la mesa, le sonrió sin dejar de lado su gélida mirada, todos lo notaron y por el rostro del hombre llegaron a sus propias conclusiones.

NAIA "resurgiendo entre las llamas del amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora