Curiosidad

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         Hola, holis hermosas, cuéntenme como les perece la historia hasta ahora, que les parece la trama, yo amo al vecino psicópata espiando a su vecina por las noches.

        Las leo en los comentarios, no se olviden de darle a la estrellita y compartir.

                    Gracias por leerme ❤️🖤





Daemon aprovecho la cercanía para apreciar tal belleza, su piel clara, podía medir un metro sesenta, ante él era pequeña que media un metro ochenta y ocho, podía pesar de cincuenta y ocho kilos, así era el pelinegro de minucioso en cada detalle cuando algo o alguien llamaba su atención, lo último pasaba muy poco o nunca ya que lo de mujeriego se lo dejaba a su amigo.

No podía negar que se sentía atraído por ella, no sabía si era por las noches que la observar nadar casi desnuda, eso se convirtió en una rutina en la vida de Daemon al mudarse, espiara su vecina a altas horas de la noche.

De un ligero y brusco movimiento se zafo de su agarre, pudo ver con precisión que, en esa mirada avellana había más que dureza.

– Ya que es un buen observador podría mirar donde esta Horus y traerlo. – le dijo autoritaria.

– Entro a la casa persiguiendo el gato de mi prima. – añadió sin moverse ante su mandato.

– Puede buscarlo – gesticulo con antipatía.

Daemon noto que más que un favor o suplica era una orden, por supuesto una mujer como ella no suplica, más sin embargo disfrutaba ver las formas de contraer su rostro al ver que él no se inmutaba. Sin soportarlo, Naia llamo a Horus con la autoridad que la caracterizaba, rebasada de arrogancia y orgullo al ver que el perro llego a ella sin necesitar del adonis parado frente a ella.

Con esa imagen dejo a su ahora vecino.

Daemon tuvo días observando a la mujer a la que todavía no sabía su nombre y no había querido investigar, no salía a divertirse a discotecas ni lugares por el estilo, le gustaba la lectura pues antes de nadar leía, su rutina era trotar por las mañanas, luego ir al restaurante y en días visitaba otros más que supo que eran también de la familia Bartsch, en compañía de una mujer mayor que al parecer eran muy cercanas.

Solo faltan dos días para la recepción del aniversario de la empresa de Daemon Westen, el cual entraba al restaurante para verificar que todo estuviera listo para esa noche, la secretaria de la joven empresaria lo condujo a su oficina, abriendo la puerta permitiéndole el paso al pelinegro, el cual con un gesto le dio las gracias.

Al entrar recorrió con la vista la oficina, encontrándola de pie con una taza supuso que, de café, con la mirada perdida en el infinito ante sus ojos. El pelinegro recordó lo que su amigo le menciono al no quedarse con la curiosidad pasando por algo que el no quería que la investigara.

<< Suele perderse en sus pensamientos, es sensible a los olores fuerte, y le gusta el café negro sin endulzante >>

No quiso saber cómo consiguió aquella información, pero no dudo que era gracias a la secretaria, que seguía en la puerta por la que entro un hombre de mediana edad, saludo sin detenerse caminando directo a la joven castaña que giro al sentir la presencia de los dos hombres, sonrió genuina, eso no pasó desapercibido para el pelinegro, cuando recibió una maseta, en ella una hermosa orquídea.

Daemon que hasta el momento sea mantenido en silencio, la mira llevar la flor a su nariz absorbiendo el aroma de esta, da las gracias sumado con beso en la mejilla del hombre de mediana edad que salió al instante.

El pelinegro saluda a los que se encontraban en la oficina, Naia al darse cuenta de la presencia de su vecino, se fija en su vestimenta informal, la mirada y mormullos de las chicas que formaban parte del equipo del personal encargado de que se llevaran acaba los eventos, no pararon hasta que una dura mirada de la joven empresaria las silencio volviendo la vista a sus trabajos.

NAIA &quot;resurgiendo entre las llamas del amor&quot;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora