Al llegar la tarde en la escuela, los estudiantes ya terminaban su jornada.
Edgar tenía que irse a pie junto a Colette, así que la esperó en la salida para irse a casa juntos, y además plantearle la idea de la invitación a su hermana.
-Hola Colette, ¿cómo estuvo tu día? -preguntó Edgar al momento que Colette llegó a la salida.
-Bien, aunque hoy yo-... Espera, nunca me preguntas como estuvo mi día, solo como he estado. ¿Qué quieres de mi, hermanito? -planteó Colette con sus ojos entrecerrados.
-¿Ahora no te puedo preguntar cómo ha estado tu día sin que te imagines mil cosas? -se calló un rato- Aunque... Sí esperaba decirte algo.
-¿Qué pasa? -le preguntó la chica mientras ambos hermanos caminaban.
-Mira, no sé si te has percatado de que el Consejo Estudiantil actual es horriblemente corrupto, ¿no? Bueno, pues Fang, Maisie y Buster tienen un plan para sacar del mandato a esas chicas, y a ese plan me invitaron a mí. -explicó Edgar- Bueno, la cosa es que Fang me- digo, nos invitó a su casa para plantear mejor el plan. -tomó un poco de aire- Y ya sabes como son las reglas de papá; si no va uno, no va ninguno, así que Fang también te invitó a ti, para que a mí me dieran permiso. Ahora eso te queria preguntar, si es que aceptarías o no ir a la casa de Fang. -finalizó Edgar, mirando a Colette.
-...¡Claro que voy! Fang, Buster y Maisie son de los chicos más geniales que conozco, y además siento que serán de los mejores brawlers. - dijo Colette con entusiasmo- En especial Maisie, ¿te has fijado en lo habilidosa que es con su brazo metálico? -le preguntó Colette a su hermano.
-¿Qué? ¿En serio Maisie tiene un brazo metálico? Yo ni enterado... -dijo Edgar, algo avergonzado.
-Oh, claro que tiene uno, ¿y alguna vez viste a Buster practicar atrapagemas? Es muy bueno para ese tipo de lucha, y en especial con su ulti, ¡bloquea todo los ataques! -dijo Colette, mientras suspiraba- Y Fang es de los mejores, su habilidad con el Kung- Fu es de lo mejor, ¿que además es mega flexible y fuerte? Tsk, no me perdería una invitación de tales brawlers. -dijo Colette con una risa.
-Entonces es un sí, ahora solo nos tocará convencer a papá. -le dijo el chico, suspirando pesadamente.
Al caminar, Edgar se había quedado pensando un segundo. No se había percatado alguna vez que con los chicos que se junta en cada recreo eran tan habilidosos por sí solos, mientras que él tenía que depender de una bufanda heredada para defenderse.
Le avergonzaba un poco, pero no sacaba nada con compararse con otros chicos de su edad, debía mejorar por sí solo, ¿no?
Al llegar a casa, Edgar cocinó el almuerzo, mientras que Colette ordenaba mejor la casa. El padre de estos chicos seguía en su trabajo a la hora que ellos llegan a casa, así que simplemente hacen eso todos los días.
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Llegó tarde-noche, y Byron (el padre de Edgar y Colette) llegó a casa al fin. Mientras esta familia almorzaba, Byron notó unos murmullos entre sus hijos, así que fue directo al grano.
-¿Puedo saber de qué murmullan tanto? -preguntó Byron, mientras los miraba a ambos.
-Eh... Mira papá, un amigo mío me- uy, digo, nos invitó a su casa para pasado mañana, la invitación va para ambos... - le explicó Edgar.
-¿Una invitación? ¿Y de qué amigo, si llevas apenas una semana en tu nueva escuela? -preguntó Byron, entrecerrando los ojos.
-Es un chico que me he juntado mucho últimamente, es simpático y además no es una mala influencia. ¿No es así, Colette? -dijo Edgar, pasándole la palabra a su hermana.
-Oh, sí. Es de los mejores chicos de la escuela, tiene una buena reputación, es bueno en todas las materias y además de que es humilde, le cae bien a la mayoría. -explicó Colette, sonando bien convencida.
-Bien... ¿Y dónde sería el hogar de este amigo? -preguntó Byron.
-Queda cerca de la escuela, solo que caminando hacia el norte de esta. -le explicó el chico.
-Ajá... ¿Y los padres del chico ya le dieron permiso? -preguntó de nuevo Byron, siguiendo con su interrogación.
-Eh... Sí, si no fuera así, no estaría aquí pidiéndote permiso. -reiteró Edgar.
-Byron se aclaró la garganta para seguir hablando-...Bien, ¿y cómo se llama este señorito?
-Fang. Creo que tiene alguna descendencia asiática y por eso se llama así. -explicó el chico.
-...Ya que los dos se ven tan convencidos de la idea, está bien, los dejo ir. -finalizó Byron con una sonrisa leve.
-...¿Y la condición? -preguntó Colette
-Sin condiciones. A fin de cuentas, ustedes ya están grandes como para ser responsables. -reiteró el padre de este par de hermanos.
-¡Muchas gracias, papá! -dijeron los dos hermanos a coro, con una sonrisa en sus rostros.
