Capítulo 7 -Previo Y Pleno-

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Al otro día, Edgar llegó a la escuela con cierta emoción, aunque claro, no la demostraba. Al ver a Fang, le fue a avisar de lo que había hablado con su padre.

-Hola, Fang. -dijo Edgar, acercándose a su amigo. -Al final sí me- uy, digo, nos dejaron ir a tu casa, a mí y a Colette, obvio...

-¿De verdad? ¡Qué bien! Maisie y Buster también confirmaron la invitación. -dijo el chico con una sonrisa.

-Ajá. Tú, digo, ustedes ya tenían una idea de qué hacer en este plan (?) -preguntó el chico mientras se sentaba junto a Fang.

-Oh, sí. Lo tenemos todo planeado, solo hay que planear cómo ejecutarlo. No es la cosa más difícil, pero tampoco la más sencilla. -explicó Fang con cierta ironía.

-Pero Buster me había dicho que la misión podía terminar en una expulsión... -dijo Edgar con confusión en su tono.

-Bueno, a Buster le gusta como agravar las cosas, las cuenta como más de lo que en realidad son. -dijo Fang, riéndose suavemente.

Ambos chicos estuvieron conversando hasta que ya empezaron las clases de la jornada del día.

Como Fang, Buster y Edgar van en el mismo salón, ellos tres les tocaba Educación física a primera hora ese día.

Al pasar literalmente unos quince o veinte minutos desde que empezó la clase, Buster y Edgar ya estaban sentados en la banca; Edgar hizo apenas un ejercicio y se torció una muñeca, mientras que Buster duró más pero se agotó de inmediato. Y aún así, Fang seguía intacto, seguía practicando como si nada.

Narra Edgar

Uff... Todavía me duele la muñeca, aunque la profesora me dijo que no era nada grave, solo un dolor de momento.

¿Cómo es que Fang puede seguir ahí como si nada, incluso siendo más energético cada segundo? Además de que no se nota nada cansado... ¿Admiro eso? Sí, ¿me da envidia? Obviamente, este chico es fabuloso, ¿y yo? Un niñato emo que se torció la muñeca JUGANDO FÚTBOL, y esa cosa ni siquiera se juega con las manos...

-Yo no entiendo cómo es que Fang puede ser tan energético. -dijo Buster con voz entrecortada, ya que todavía estaba cansado por la poca actividad física que había hecho.

-Tampoco lo sé, pero es algo destacado de él. Es cómo si nada o nadie lo detuviera. -Suspiró Edgar.

-Además de que no practica cualquier deporte en Educación física, práctica gimnasia, y además es del club de Kung-Fu después de clases. -dijo Buster, bebiendo un sorbo de agua de su botella.

-¿Práctica gimnasia? -Le preguntó Edgar.

-¿No lo estás viendo? Literalmente ha estado practicando su equilibrio sobre una baranda durante 15 minutos, y no se ha caído ni una vez. -dijo Buster, señalando a su amigo.

Edgar, al ver cómo Fang era habilidoso con esta materia, se sonrojó de una manera casi invisible, y aunque se pudiera ver, su bufanda cubriría sus mejillas. Se sonrojaba más por la mera vergüenza que sentía, ¿era un chico de su edad mejor que el?, aunque, su sonrojo también fue por algo más, algo que no notó.

Mientras tanto, Fang practicaba su equilibrio sobre una baranda que está especializada para los estudiantes de gimnasia. Hacía movimientos de todo tipo, y nunca tocó alguna vez el suelo. ¿Se estaba luciendo? Sí, Fang siempre lo hacía, en especial cuando habían chicos nuevos que no saben de sus habilidades.
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Al pasar las clases, y al llegar la tarde, al fin se juntaron todos en la salida.

Maisie venía conversando con Colette, mientras que Buster Fang y Edgar venían por su cuenta.

-¡Hola chicos! -exclamó Colette con entusiasmo- ¿ustedes también se van?

-¿Por qué venías con Maisie? -preguntó Edgar, mirando a su hermana.

-Somos del mismo salón. -explicó Maisie con brevedad.

-Ah... Claro. -dijo Edgar- En fin, a Colette y a mí ya nos dieron permiso para ir a la casa de Fang mañana, ¿y a ustedes?

-A mí también. Aunque yo vivo lejos de la escuela, así que me tendré que ir más temprano para llegar bien a mi casa. -explicó Buster.

-A mí me dieron permiso no más, ni siquiera me dijeron a qué hora debía devolverme a casa. Supongo que me iré cuando se vayan todos ustedes. -mencionó Maisie.

-Bien, entonces todos van, ¿no? Le avisaré a mis padres que al final todos vendrán. -dijo Fang con una sonrisa.

-Hasta mañana, entonces. -dijo Edgar mientras caminaba unos pasos para estar cerca de su hermana.

-¡Hasta mañana! -dijeron Fang y Buster a coro, mientras que Maisie sólo se despedía con su mano, pero no con menos entusiasmo.

Al final de la jornada, Edgar se quedó pensando mientras caminaban, y Colette hablaba y hablaba con entusiasmo, sin esperar al día de mañana.

Ambos simplemente caminaron a casa.

Misión Extra-Escolar!! (FangxEdgar) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora