Misión Extra-Escolar!! (FangxEdgar)

Capítulo 29 -Sus Padres-

Mientras que todos ya estaban terminando su almuerzo y conversaban tranquilamente sobre cualquier tema que se diera, un celular interrumpió la conversación de los chicos.

-¿Está sonando un teléfono?-preguntó Edgar.

-Oh, sí. Es mío. Perdón, me está llamando mi papá. -se disculpó Fang, viendo su celular antes de apartarse de la mesa para contestar la llamada.

Fang volteó a contestarle a su papá. Los demás se habían quedado callados en la mesa, pensando.

-¿Los papás de Fang lo llaman alguna vez? -preguntó Colette en voz baja.

-Sí. Lo hacen para avisarle a Fang que van a pasar a verlo. -dijo Buster.

-¿Entonces Fang los va a ver? ¡Qué bien! -se alegró Edgar.

-No, no es un 'qué bien'. -suspiró Maisie- Lo más seguro es que los papás de Fang quieran conocer en persona a los nuevos amigos que ha hecho Fang, y esos serían ustedes. -explicó Maisie.

-Pero, eso es bueno, ¿no? -preguntó Edgar.

-No, no es del todo bueno. Frente a los padres de Fang, deben ser totalmente discretos y conscientes de todo lo que hagan o digan. -susurró Buster.

-¿Y por qué? -preguntó Colette.

-Porque los papás de Fang verán si son buena o mala influencia para su hijo. -suspiró Buster.

-Y conociendo la mentalidad que pueden llegar a tener sus padres... A ti, Edgar, te van a preguntar si eres bueno en algún deporte o en cualquier tarea que ellos consideren "masculina". Y a ti, Colette, te van a preguntar si eres buena cocinando o haciendo tareas del hogar. -explicó Maisie.

-¿Y para qué me preguntarían eso? -preguntó Colette, extrañada.

-Porque ellos quieren que Fang se empareje con una MUJER que sea ama de casa. -explicó Buster de vuelta.

-Imagínate, que cuando yo conocí a los padres de Fang, tenía como ocho años, y me estaban preguntando si era una niña buena, si me gustaría tener novio cuando fuera más grande, y todo eso. -se quejó Maisie, suspirando pesadamente- Y sin mencionar lo incómoda que me hicieron sentir por las preguntas sobre mi brazo.

-¿Y Fang está consciente de todo lo que hacen sus padres? -preguntó Edgar.

-Sí, y lo detesta. -respondió Buster- El otro día nos llamó a mí y a Maisie, porque se sentía frustrado por sus padres. Nos decía que tenían una mentalidad anticuada y hasta que eran absurdamente homofóbicos. Se quejó de lo último, porque le gusta alguien que seguramente no cumplirá con los estándares de sus padres. Y bueno, esa persona era-

-Bueno, no contaremos mucho. Es mejor que sea el propio Fang quien lo cuente, ¿no? -le interrumpió Maisie, antes de que se le escapara algo a Buster.

-Ah, claro. -dijo Buster, entendiendo la indirecta que le dió Maisie, para que en el momento volviera Fang de su llamada.

-¿Qué tal te fue? ¿Qué te contó tu papá? -le preguntó Edgar.

-Lo mismo de siempre. Que si había seguido con buenas calificaciones, que así debía ser, y que llegarían mañana a casa, para luego irse pasado mañana. -refunfuñó Fang- Ah, y también, querían conocerlos a ustedes dos, Edgar y Colette.

-¿Conocer a tus padres? -le preguntó Edgar de vuelta.

-Sí. Sé que puede ser tedioso, y conociendo a Buster y a Maisie, ya se los contaron. -suspiró Fang- Me encantaría que se pudieran ahorrar los malos ratos, pero el problema es que si no los conocen en persona, no me van a dejar invitarlos a mi casa o ser invitados por ustedes a cualquier lado.

-Claro, no te preocupes. No tenemos problema con conocer a tus padres, ¿no es así, Edgar? -le habló Colette.

-¿Qué? Ah, sí, claro. -respondió Edgar, quien estaba despistado.

Después de esa tediosa conversación y pasada la última hora de clase, por fin pudieron irse todos a casa.

Colette, cuando iba caminando junto a su hermano, lo había notado distraído desde lo que les contaron Maisie y Buster.

-Oye, ¿qué pasa? Andas bien distraído. ¿Es por lo de los padres de Fang? Descuida, no les daremos una mala impresión. -le sonrió Colette.

-No, no es eso. Buster mencionó que a Fang le gustaba alguien que no cumplía las espectativas de sus padres, específicamente la espectativa de que Fang esté con una chica. -planteó Edgar.

-Y... ¿Tu punto es? -le preguntó Colette.

-Que puede que a Fang le guste un hombre. ¿Y si soy yo? Bueno, no me debería importar mucho, porque no estoy 100% seguro si estoy enamorado... -suspiró Edgar.

-Ya llevas tres meses con el dilema, ¿no? Deberías empezar a descubrir si sientes o no amor por Fang. -le sugirió Colette.

-Ajá... Supongo que debería.