Misión Extra-Escolar!! (FangxEdgar)

Capítulo 32 -Reconfortante-

Al pasar el rato, a Edgar casi se le hace tarde para volver a casa, así que decidió irse a su casa para no preocupar a su padre.

Fang dejó a Edgar en la puerta de su casa, despidiéndose de una manera 'decente', hablando de estos dos.

A los minutos, Fang estaba de nuevo en su habitación, hasta que su padre entró a su habitación para 'hablar' con él.

-Oye Fang, tengo que hablar contigo sobre tu amigo. -le dijo su padre.

-¿Qué pasó con Edgar? -le preguntó Fang, mirándolo de reojo.

-Era medio raro. Sospecho que no le gustan las mujeres. -suspiró su padre.

-Pero sólo lo viste una vez, de ninguna forma va a ser suficiente ni para sacar una conclusión así. -le dijo Fang, frunciedo  sus cejas.

-No lo defiendas. Sé lo que digo, y no voy a permitir que mi hijo sea influenciado por alguien así. Si te veo haciendo algo con ese chico, te vas de esta casa. -le amenazó este.

-¿Qué? ¿Me echarías sólo por pasar tiempo con mi amigo? Qué estupidez. -refunfuñó Fang.

-¿Desde cuándo estás tan rebelde? Yo no te crié de esa forma tan vulgar. -le exclamó su padre.

-Es fácil decirlo, si quien me crío fue mi abuela, no tú. -dijo Fang con cierta molestia.

-¿Sabes qué? No tengo tiempo para discutir con un mocoso malcriado como tú. -refunfuñó él de vuelta, yéndose de la habitación de su hijo.

Fang sólo suspiró, sin tomarse demasiado en serio el comentario de su padre, siguió haciendo sus cosas.
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A la tarde del día siguiente, Fang acompañó a Edgar a su casa después de clases por la invitación que había recibido.

Al llegar a casa de Edgar, lo que menos esperaban es que Byron los recibiera con los brazos abiertos y con almuerzo casi listo.

-¡Chicos, por fin llegan! -les saludó este, volteando a ver a Fang- Tú debes ser Fang, ¿no? ¡Es un gusto conocerte! Es la primera vez que puedo conocer de verdad a un amigo de Edgar.

-Wow, ¿de verdad? Pues... Es un gusto para mí también, señor. -se rió Fang.

-Se dignaron a llegar, ¿no? -apareció Colette de repente- Le dije a papá que yo podía cocinar por su mano, pero él insistió en hacer todo. Está de buen humor sin dudas. -le susurró Colette a Edgar y Fang.

-Papá, ¿te ayudo en la cocina? -le preguntó Edgar mientras dejaba su mochila de lado.

-Si tú quieres, hijo, necesito ayuda con la carne. -suspiró Byron, yéndo a la cocina junto a Edgar.

Al pasar sólo un par de minutos, el almuerzo por fin estaba listo. Byron y Edgar se encargaron de servir las porciones para luego sentarse.

-Así que... Fang, -comentó Byron al sentarse- Edgar me ha contado varias cosas buenas sobre ti. Y una de esas es que eres el fan número uno de como cocina Edgar, ¿no?

-Sí, amo como cocina Edgar. A veces me da de probar su almuerzo y nunca deja de gustarme como lo prepara él mismo. -suspiró Fang con una sonrisa leve.

-Es lindo de tu parte que te encante la comida de Edgar. -se rió Byron, acomodándose sus gafas.

-Sí, lo es. Nadie antes habló así de mi comida... -dijo Edgar riéndose suavemente.