Pasaron unos cinco días, y en esos días habían estado juntando información para usar de evidencia. Pero, aún así, sentían que algo faltaba, que si presentaban lo que tenían recolectado, Bibi aún así hallaría la forma de librarse de todas las acusaciones fácilmente. Nesecitaban algo más, algo de lo que no se pudiera excusar. Pero, ¿qué podría ser?
Era un día frío, específicamente, era el día donde los estudiantes obtuvieran unas vacaciones, acabando así con el primer semestre.
Colette, en medio de la conversación, quizo comentar algo, que quizás para los demás, no era un detalle tan obvio como lo era para ella.
-Oigan, ¿no se han percatado que el poder que Bibi tiene en los demás ha ido bajando? -preguntó Colette.
-¿Bajando? ¿A qué te refieres? -preguntó Maisie.
-La escuela se ve más relajada, no como las primeras semanas que Bibi tomó el control. Además, los propios miebros de su Consejo ya no se la toman muy en serio; he visto últimamente que Emz le habla a Poco mientras lo acompaña, y que Max está empezando a ser amiga de Surge. -Colette tomó una pausa, pensando en otro punto- Crow no se le ha escapado de las manos, porque es el más reciente de su plan. Y todo eso es sin contar el hecho de que dos ex-integrantes del Consejo ahora la odian, que pueden filtrar información si quisieran.
-...¿Y por cuanto tiempo te habías estado percatando de eso? -preguntó Edgar, mirándola de reojo.
-Desde hace un mes y medio. -Colette se encogió de hombros.
-Bueno, aunque Bibi esté bajando su autoridad, puede que la recupere al volver de las vacaciones. -suspiró Fang, bajando la mirada.
-Nah, tal vez se le está viniendo abajo el plan. -comentó Maisie.
-Ojalá. Ya me estoy aburriendo. -dijo Buster.
-Ya no me fío en que no haga nada. -dijo Fang.
Se quedaron callados un segundo, hasta que Buster cambió de tema de la nada. Estuvieron conversando hasta que se acabó el recreo.
Cuando se dieron cuenta, el día había pasado muy rápido, mayormente porque salían temprano. En la salida, se despidieron todos, quizás planeando alguna salida en algún día de las vacaciones.
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Al llegar a casa, Edgar se fue a su habitación. Quería tomar una siesta, aprovechando que no tendría clases durante un tiempo, pero lo llamó Fang. Edgar pensó que Fang simplemente lo llamó accidentalmente o quería jugar con él en llamada, pero lo llamaba por algo distinto.
-¿Salgamos al parque? -le preguntó Fang, al instante que Edgar le respondió.
-No, ese es muy concurrido. Me refería a esa plaza que se encuentra unas cuadras detrás de la escuela. ¿Le entras? -le preguntó Fang.
-...Todo depende de lo que mi papá me diga. Le voy a preguntar. -bostezó Edgar, mientras le escribía a su padre- ¿La invitación es para hoy?
-Sí, aprovechando que salimos temprano, podemos estar más tiempo, ¿no crees? -se rió Fang levemente.
Narra Edgar
¿Otra cita? No es que me moleste, me agrada pasar tiempo con Fang, sólo me parece algo loco que me inviten a salir tantas veces. Es la tercera vez en la última semana que me invita a salir. O... Tal vez sea normal, y sea yo el que no está acostumbrado a hacer salidas.
-Mi papá me contestó. Sí me deja, sólo si le traigo algo de lo que comamos. -le respondió Edgar, después de haber estado unos segundos en silencio, pensando.
-Dale, entonces nos encontramos allá. -le dijo, para luego despedirse, y cortarle.
Edgar quedó pensando mientras salía de la casa, rumbo a la plaza en dónde habían acordado. Fang estaba tratando de pasar más tiempo con Edgar, el mayor tiempo que puedan. Aunque, Edgar no lo estaba entendiendo, sólo creía que eran salidas de amigos.
Al llegar hasta allá, Fang ya estaba allí, al parecer, algo ansioso por algo.
-¡Hola, Edgar! -lo saludó Fang.
-Hola, ¿por qué me invitaste de nuevo a salir? -le preguntó, entrecerrando sus ojos.
-Bueno, ¿te acuerdas de la primera salida, cuando dije que te quería dar algo pero se me había olvidado llevarla? -le preguntó Fang, mientras se sacaba su mochila de la espalda para buscar en ella.
-¿Y te demoraste cinco días en encontrar lo que me querías dar? -le preguntó Edgar, riéndose un poco.
-Pues, sí. -dijo Fang, metiéndo un poco más la mano a la mochila, hasta sacar lo que quería darle a Edgar: Una pulsera roja.
Edgar la vió unos segundos, con una sonrisa en su rostro.
-¡Está muy linda! Aunque... ¿Por qué trae una "F", si mi nombre empieza por "E"? -le preguntó Edgar, alzando la mirada.
-Por mí, claro. No pienses que soy egocéntrico, yo también voy a tener una pulsera con tu inicial, mírala. -le dijo Fang, alzando la muñeca. Era una pulsera morada, con la inicial de Edgar en ella.
-Son como... ¿estos brazaletes de amistad o algo así? -le preguntó Edgar.
-Se podría decir que sí. Pontela, que vamos a dar una vuelta. -le sugirió Fang.
Edgar rió levemente, y se la colocó en la muñeca derecha. Después, empezaron a andar por la plaza un rato..
