💜 MI DESTINO 💜 #3

09. 💜 Tú compras, yo te molesto 💜

Me tomo el café en la cocina mientras miro en mi móvil algunos mensajes que todavía no he respondido y las noticias del día de hoy, no es algo que me entusiasme ver las desgracias que pasan en este mundo, pero me gusta estar un poco informado hasta que me saturo con tanta violencia, corrupción y muertes.

Toso ligeramente y un dolor punzante en mi cabeza aparece, será el calor de esta época del año, a mi cuerpo no le gustan tanto estas temperaturas tan elevadas. Como no tengo hambre, me tomo solo el líquido oscuro que he echado en mi taza y, cuando le termino, la lavo para no escuchar las protestas de mi madre cuando vuelva de trabajar.

Lila lleva trabajando con Sophie un buen rato, así que no creo que tarde en salir para irse. No es que esté haciendo tiempo para hablar con ella, ya que antes ha ignorado mi cordial saludo al abrirle la puerta, pero me causa curiosidad ver su comportamiento después de lo que ocurrió en el cine. Ahora entiendo lo que la jodía a ella cuando yo ignoraba alguna cosa íntima que habíamos hecho y luego hacía como si nada hubiese pasado.

Escucho la voz de ella y de la de mi hermana a lo lejos, así que acomodo mi pelo y sacudo mi camiseta, una manía que tengo desde que de pequeño me lo hacía mi madre cada vez que comía algo para que no se quedasen las migas en la ropa. Salgo de la cocina al mismo tiempo que ella camina directa a la puerta principal, me sigue ignorando, por lo que me interpongo en mi camino para que me hable aunque sea para insultar.

- ¿Qué tal estás, gatita?- no dice nada, se desliza hacia la izquierda para escabullirse de mí, pero yo soy más rápido y vuelvo a evitar que se aleje con mi cuerpo - ¿Me estás ignorando? – es evidente que sí, cosa que me pone de mal humor - ¿No me hablas? – niega con su cabeza mirando hacia otro lado - ¡Espera un momento, que la gatita me va a ignorar! ¡Manda cojones!

Empuja mi cuerpo poniendo sus manos en mi pecho para apartarme de su camino. Consigue andar hacia la puerta, pero yo soy más veloz y pongo la mano sobre ella para que no la abra.

- ¿Qué pasa, gatita? ¿Por qué me ignoras? - le hablo con mi pecho rozando su espalda - No me digas que tu estupendo novio no te deja hablar conmigo.

- Harry, a diferencia de ti, te tiene mucho cariño.

El sentimiento no es mutuo.

- Ah, ¿sí? – sonrío enroscando uno de mis dedos en su pelo – Que curioso, yo nunca tendría cariño al chico con el que mi novia me ha puesto los cuernos - rueda los ojos, me extraña que no haya gritado todavía - Y esto vale para los dos casos.

- Yo no le he puesto los cuernos a Harry.

- Igual es que tienes mal la memoria, pero lo que hicimos el otro día en el cine no fue precisamente ver la película.

- En el cine no pasó nada - ah, entonces vamos a ignorarlo, de puta madre - Y déjame salir que tengo que ir al supermercado.

- Te acompaño.

- No, no me acompañas.

- Que sí joder, que tengo que comprar condones – abro la puerta y tiro de su brazo para que avance junto a mí.

En realidad no tengo que comprar nada, mucho menos condones porque mis órganos sexuales no están muy activos en los últimos meses, por no decir que están muertos. Solo tengo tiempo libre por las mañanas y una excursión al supermercado con ella no me parece mala idea. Ya que quiere ignorar que el otro día la masturbé en mitad del cine, igual también ignora todo lo que ocurrió cuando lo dejamos.

- ¿No se supone que no quieres estar conmigo? - pregunta bajando por las escaleras detrás de mí, no la dejo delante porque seguro que huye - Porque parece todo lo contrario.