💜 MI DESTINO 💜 #3

16. 💜 Nota mental: pensar antes de insultar 💜

- Lila, cariño – mi cuerpo se destensa en cuanto la voz de su madre me llega a los oídos, ya estaba viéndome en la tumba por si, en vez de la de ella, hubiese sido la del cabezón - ¿Puedes venir a la cocina a ayudarme con la compra?

Lila asiente y se levanta para ir hacia la cocina con su madre. Resoplo de mala gana por la interrupción, pero sobre todo por mi estúpida idea de pedirle un beso. Joder Jack, se supone que ya eres mayorcito para controlar las cosas y que no se te vayan de las manos.

- ¡Jack! ¡Ven un momento, por favor! - el grito de la señora de la casa me hace ponerme en pie un poco nervioso e ir al lugar donde están las dos.

- ¿Pasa algo? - pregunto llegando a la cocina.

- Sentaros - la señora me indica que me siente en una silla al lado de su hija y se cruza de brazos quedando delante de los dos – Visto que mi hija no está por la labor de explicarme lo que he visto, a ver si me lo puedes contar tú – me pide en cuanto se me queda observando - ¿Qué está pasando entre vosotros? Pensaba que lo habíais dejado y que no os hablabais.

- Sí, bueno... - rasco mi nuca sin saber qué contestar – Eso es cierto.

- Pues antes parecía todo lo contrario.

- Ya te he dicho que no era lo que parecía – habla Lila a mi lado, yo frunzo el ceño al escuchar esa tontería salir de su boquita.

- Sí que lo era – le contradigo.

- No, no lo era – murmura entre dientes, lanzándome una mirada molesta.

- No, espera - levanto la mano de forma irónica - Igual era que estabas mirando si se me había metido algo en el ojo, ¿no?

- Cállate – escupe rápidamente.

- Vale, lo pillo – volvemos la vista hacia su madre – No podéis explicármelo porque ni vosotros sabéis lo que está pasando. Solo espero que sepáis las consecuencias que pueden tener este tipo de situaciones – fija sus ojos en Lila – Sobre todo tú – esta asiente, entendiendo el trasfondo de la frase – Vale, yo me voy a ir con Ben a casa de tu abuela. ¿Vais a quedaros en casa?

- Sí.

- No – responde negativamente al mismo tiempo que yo lo afirma.

- Hacer lo que queráis, solo no quiero que se monte ninguna cuando llegue Scott. ¿Es mucho pedir? – ambos negamos – Bien – se acerca a darnos un beso en la mejilla y se va.

- Joder, si es que soy gilipollas – Lila es la primera en reaccionar cuando la puerta principal se cierra y nos quedamos solos. Vuelve a su habitación y se quita mi camiseta para ponerse el vestido que llevaba anoche - ¡Ni se te ocurra mirar! –

- ¿A dónde vas? - pregunto sin apartar la mirada - Si no tienes llaves de tu casa y Harry no llega hasta por la tarde.

- ¡No sé a dónde voy, pero no quiero estar aquí!

- Tú te quedas aquí hasta que te llame tu estúpido novio.

- ¡Que no le insultes!

- Madre mía, que alterados estamos, yo no tengo la culpa de que te sientas culpable y enfadada por las palabras que te ha dicho tu ma... - me callo al darme cuenta de que está pendiente de su móvil y no de mí - ¿¡Me estás escuchando!? – ella levanta la vista y se encoje de hombros.

- No – le quito el móvil para ver lo que la tiene tan entretenida - ¡Dame el móvil! – me doy la vuelta para que no me le arrebate y leo la conversación que hay en su pantalla. Me cago en todo lo cagable, Víctor ya la ha hablado. ¿Cómo cojones ha conseguido su número si ni Scott ni yo se lo pensábamos dar?