💜 MI DESTINO 💜 #3

26. 💜 Cubriendo mentiras 💜

- ¿A ti te gusta leer?

- Me gusta, pero desgraciadamente tengo poco tiempo para hacerlo.

- Jo, a mí me vuelve loca, sobre todo los libros de romance y comedia, es como tan parecido a la realidad que me siento muy identificada con la mayoría de las tramas - sonrío al escucharla.

- ¿Conoces Wattpad?

- Cualquier lectora obsesiva conoce Wattpad, aunque prefiero mil veces más los libros en papel - me explica mientras ambos limpiamos el mostrador con trapos húmedas - Pero como no tengo tanto dinero, me tengo que conformar con libros online y no con la agradable sensación de pasar las páginas de papel.

- Es un gusto muy caro ser lectora obsesiva.

- Desde luego - ríe quitándose el delantal que lleva puesto.

- Toma - le doy una galleta de chocolate envuelta que he robado de la despensa - Para que se te haga más ameno el trayecto en bus hasta tu casa.

- Como el jefe mire las cámaras, te la cargas - murmura agarrándola.

- Espero no terminar en la cárcel por robar una galleta - bromeo viendo que se la guarda en el bolso.

- Qué tonto eres.

- Tonto y ladrón, no deberías acercarte a mí, soy mala influencia.

- Siempre me han gustado los chicos malos - deja un beso en mi mejilla como despedida - Aunque dudo que tú lo seas.

- ¿Entonces no soy tu tipo?

- Soy fiel a mis gustos, pero tampoco soy idiota - ladeo la cabeza sin entender esa última frase - Hasta mañana, Jack.

- Chau.

Me despido de Sara y repaso todo el lugar para ver si la cafetería está completamente recogida. Como veo que sí que lo está, apago la luz y tranco la puerta con las llaves que me dio mi jefe. Camino directamente a la casa de Scott y Lila, ya que hoy me quedo a dormir ahí.

- Ey tío - el cabezón me abre la puerta de su casa al poco tiempo de llamar yo al timbre - Ayuda.

- ¿Qué haces con tijeras?

- Es que me picaba la etiqueta de la camiseta y quería cortarla - tiene la camiseta revirada y creo que hasta le ha hecho un corte - Pero es imposible cortarla, joder.

- ¿No te has planteado quitarte la camiseta?

- Oh - este se queda reiniciando por un momento y termina riendo - Pues no se me había ocurrido, buena idea.

- Madre mía - río viendo que hace lo que le he aconsejado, dándome cuenta de que no solo ha cortado la camiseta, sino un poco de su pelo - Tu madre debería esconderte las tijeras.

- Se las esconde a la enana, a mí no - corta la etiqueta y se vuelve a poner la prenda - Listo.

- Hablando de tu hermana, ¿está por aquí?

- Sí, está encerrada en su habitación.

- ¿Encerrada? - elevo una ceja - ¿Le pasa algo?

- No tengo ni idea - se hace el desentendido, pero me parece que también está un poco preocupado.

- ¿Lo comprobamos?

- Vale - se acerca a la puerta del cuarto y pone la oreja en ella - No se la escucha hablar con nadie.

- Igual está dormida.

- No creo, se ha levantado a las doce y media, la muy vaga.

- Habló el que madruga.