- ¡Jack! – un fuerte grito en mi oído derecho me hace sobresaltar y reaccionar de forma violenta. Me siento en la cama con mucho susto y suelto lo que mis brazos agarraban, causando otro grito - ¡Ah, la madre que te parió!
- Joder, mofletitos - suspiro cuando recuerdo dónde estoy y con quién - Vaya susto me has dado.
- ¿Q-Qué has dicho?
- Que... - sacudo la cabeza con más racionalidad, dándome cuenta de la forma en la que la acabo de llamar – Que me has asustado.
- Vale... - ella evita el tema, cosa que agradezco, mientras se levanta del suelo. Por mi culpa ha caído de la cama y creo que se ha hecho daño en la espalda - No me mires.
- Perdona - se da cuenta de que está desnuda, giro la cabeza mientras se pone la camiseta mía que dejé sobre su silla - ¿Te has hecho daño?
- No, es que mi deporte favorito es quejarme – ironiza poniendo las manos en su parte trasera.
- Déjame ver si tienes algo – me pongo en pie para acercarme a ella.
- No – me detiene levantando la mano - ¿Me puedes explicar por qué estamos durmiendo juntos?
- ¿No te acuerdas? - sonrío encontrando una forma de molestarla un poco.
- ¿De qué?
- De lo que pasó anoche.
- ¿Qué pasó anoche?
- ¿Tú qué crees? – me cruzo de brazos y espero a que su mente sucia tome el control.
- Ay, no – abre mucho los ojos y camina rápidamente por su habitación – No, no, no, no - se revuelve el pelo y patalea enfadada, no pensaba que se iba a agobiar tanto - ¿Qué he hecho? ¡Mierda! No puede ser... ¡Joder!
- Sí, justo así gritabas anoche.
- ¡Cállate! – me apunta con su dedo con una expresión de lo más furiosa - ¿¡Cómo puedes ser tan idiota!? ¡Estaba borracha, no sabía lo que hacía!
- No parecía. De hecho, fuiste tú la que empezaste, yo me negué pero tú estabas tan insistente... Y uno no es de piedra - teóricamente, no estoy diciendo ninguna mentira.
- ¡Serás cabrón! – se sienta en la cama, pensativa.
- ¿En serio no te acuerdas de nada? – niega golpeándose la cabeza con uno de sus cojines, haciendo que se me escape una carcajada – Normal que no te acuerdes.
- ¿Qué?
- Que no hicimos nada Lila, tranquilízate – frunce el ceño y ahora soy yo el que recibe muchos golpes con el cojín - ¡Para!
- ¡Yo te mato! - grita sin parar de pegarme - ¿¡Cómo puedes hacerme esto!?
- ¡Vale ya! – consigo quitarle el cojín – Cuanta violencia por la mañana.
- Te lo mereces por mentiroso.
- Mira – me vuelvo a tumbar en la cama y le hablo con calma – Te aseguro que si hubiésemos hecho algo, te acordarías, pero no hicimos nada. Solo cantaste como una loca dentro del coche y te dormiste. Te traje en brazos hasta aquí y me pediste que me quedara contigo medio dormida.
- Deberías haberte ido a tu casa – alzo una de mis cejas - ¿Qué?
- Primero, no iba a dejarte sola en esta casa. Segundo, ya les dije a mis padres que me quedaba en casa de Scott. Y tercero, ¿crees que me es fácil resistirme cuando me pides que me quede a dormir contigo?
- Yo no te lo he pedido.
- ¿Cómo puedes ser tan orgullosa? - suspiro por su maldita cabezonería - Ni siquiera te acuerdas.
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💜 MI DESTINO 💜 #3
Teen FictionJack sabe que su historia siempre ha sido con mofletitos, de lo que no tiene ni idea es de si ella formará parte de su destino. Él cada vez está más confundido. Ella también. Lo único que tienen claro, es que se siguen amando. ¿Será suficiente todo...