Miro la hora en el reloj del móvil antes de seguir acariciando el pelo rubio de la pequeñaja que odia las tormentas. Hoy hace una bastante potente y no puede dormirse si no estoy a su lado... Para mi desgracia, sé que hay otra niña que está sola y que necesita un abrazo para conciliar el sueño en noches como estas.
- Sophie.
- ¿Qué?
- ¿Ya te has dormido? - la noto levantar la cabeza de mi pecho y mirarme en la oscuridad de la habitación.
- ¿Eres tonto?
- Encima de que te protejo de la tormenta, me insultas.
- Es que si te he respondido, está claro que no estoy dormida - sonrío de la forma tan evidente con la que lo dice.
- Hay gente que habla de dormida.
- ¿Yo hablo?
- No, tú das patadas.
- Porque necesitaba ir a hacer pis y no me dejabas levantarme con tu brazo.
- Ya, pero una patada en los huevos duele.
- ¿Huevos? - ladea la cabeza con confusión - ¿Qué tiene que ver una comida ahora?
- Entre las piernas de los chicos hay huevos.
- ¿De comer?
A veces.
- Son diferentes, no cascan ni se abren - la señalo con mi mano - Ni los toques, nunca.
- No quiero tocarte los huevos.
- Me refiero que no se los toques a ningún chico nunca - le pido antes de que se me venga una imagen horrible a la cabeza - Solo si es para defenderte, ahí hay que dar una patada más fuerte que la que me diste a mi.
- Entendido - ríe.
- ¿Te queda mucho para dormirte?
- Pues no sé, ¿qué prisa tienes?
- No, ninguna.
- Entonces me dormiré cuando el cielo deje de hacer ruido - se vuelve a acomodar en mi pecho y me abraza con sus bracitos.
Acaricio de nuevo su pelo, viendo que ya es media noche. Suspiro imaginando a mofletitos muerta de miedo con esto, siempre he estado con ella cuando había tormenta... Fuera físicamente o en llamada. Y hoy no quiero que sea menos, como si me empapo de camino a su casa, voy a dormir con ella.
- Pequeñaja, igual me voy con Li... - me callo al ver que está demasiado tranquila y su respiración más leve. Por fin se ha dormido.
La aparto con cuidado para no despertarla, le cubro el cuerpo con su edredón y salgo rápidamente de mi casa. Dejo una nota en la cocina para que mi madre no se asuste al no encontrarme mañana haciendo café y agarro mi paraguas antes de salir de mi edifcio. Marco el número de mofletitos para relajarla un poco, aunque sean unos minutos más hasta que llegue con ella.
- ¿Sí? – contesta al móvil con la voz temblorosa.
- Estoy yendo a tu casa.
- ¡Que te va a matar un rayo! ¡No salgas de casa!
- No me va a matar nada, no pienses eso.
- Ten mucho cuidado.
- Ya estoy llegando, linda - la lluvia casi no me deja ver ni las luces de la calle, pero me sé este recorrido de memoria - Relájate.
- ¿¡Cómo voy a relajarme si se va a caer el cielo!? – río justo antes de llamar al telefonillo de su piso. El sonido de la puerta al abrirse me indica que ya puedo entrar, subo las escaleras aceleradamente llego hacia ella justo cuando desatranca el cerrojo que tenía en su piso - ¿¡Por qué has tardado tanto!?
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💜 MI DESTINO 💜 #3
Teen FictionJack sabe que su historia siempre ha sido con mofletitos, de lo que no tiene ni idea es de si ella formará parte de su destino. Él cada vez está más confundido. Ella también. Lo único que tienen claro, es que se siguen amando. ¿Será suficiente todo...