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"Pideme lo que quieras, del pantie elige el color pero no me pidas que te entregue mi corazón."

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2 de Mayo, 2023.
Londres, Inglaterra.

Otro partido más, otra manera de Agostina para figurar en todos los portales de noticias de Twitter. Sabía que tendría todas las miradas en ella tras su notable ausencia el mes pasado en los partidos del Chelsea, y peor aún cuando su novio se había encargado de subir por todos lados su llegada a Londres. Pero no se quejaba, después de todo le encantaba la atención.

Sophia se encontraba a su lado como en todos los partidos de la temporada, esta vez comiendo algún snack que la morocha había traído consigo en lo que el partido llegaba a su fin y podía finalizar irse a casa. João no había entrado a la cancha en todo el partido y Enzo había salido en el minuto 70, por lo que ya a este punto ni tenía sentido que siguiera con la vista en la cancha. Tras murmurarle algo a su acompañante, decidió ingresar completamente al palco, en busca de algún líquido con el cual bajar la comida y seguir esperando a poder irse.

—¿Qué onda Miami? —La voz de cierta morocha la hizo suspirar de inmediato. No podía creer lo pesada que podía ser.

—Divino, no sabés. —Se giró con su botella de agua en mano, encontrándose con Valentina y una sonrisa gigante en su rostro  —Pero ya extrañaba Londres. —Le dedicó una última sonrisa mientras arrugaba su nariz levemente y comenzaba a caminar, con la intención de escapar de allí rápidamente.

—Sí, y a Enzo también. —Su carraspeo la hizo detenerse en su lugar, antes de girarse a mirarla completamente fastidiada.

Ya le hacía falta su mejor amiga.

—Sí, a Enzo también. —Se cruzó de brazos sarcástica, sin siquiera inmutarse en mostrar molestia, sabiendo lo que lograría de tan solo hacerlo. —Creo que te dije que te mantenieras al márgen la última vez que te vi, Valentina.

—Y también me dijiste que el tiempo verá. —Asintió, recordando a la perfección las palabras de la modelo. —Yo te avisé que tengas cuidado, Agos, te lo recuerdo nada más.

Valentina se retiró, volviendo con el resto de las botineras como si nada, dejando a la mayor allí. Definitivamente no se iba a quedar ni un segundo más. Volvió a su lugar y agarró su bolso, carraspeando solo para llamar la atención de Sophia y despedirse, diciendo la primera excusa que se le vino a la cabeza para poder retirarse lo antes posible.

Podía no estar entendiendo lo que sucedía, o el por qué Valentina se tomaba la molestia de dirigirle la palabra para recordarle una de sus tantas charlas, pero ella ya no se iba a dejar de nadie y lo tenía bien en claro desde el momento en que se subió a un avión con el objetivo de empezar una nueva vida. Nadie la podía hacer cambiar de opinión, ni ella misma.

joa 💓

te espero en tu casa
Visto, 12:33pm.

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—¿El nueve entonces? —El morocho elevó su mirada, buscando la de su novia quien no paraba de mirar la revista en sus manos.

—Sí, amor, invitá a uno de los chicos si querés. —Murmuró, anotando un par de cosas en su agenda.

Su nueva colección de ropa en colaboración con Prada sería lanzada en una semana, por lo que estaría más que ocupada esta semana con cosas de la cápsula y de organizaciones del evento. Por eso tantas reuniones en el exterior.

DIABLA. | ENZO FERNÁNDEZ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora