DIABLA. | ENZO FERNÁNDEZ.

039.

"Yo no elegí amarte, simplemente te amo, así que me hago el tonto y sigo la corriente. Tal vez sea incoherente echarte la culpa por tener preguntas que no me contestaron, aunque a veces pienso que tienes respuestas, que por mi disgusto me estás ocultando."

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1 de Junio, 2023.
Mallorca, España.

Agostina bajó del yate con ayuda de João, agradeciéndole mientras dejaba un beso en su mejilla antes de tomar su mano y jalar de esta, comenzando a caminar por el muelle hasta pisar tierra firme.

Hoy era su última noche en España, mañana a primera hora tomarían su primer vuelo hasta Cancún, donde pasarían dos días y subirían al crucero que los pasaría por varios países e islas del Caribe. Finalmente, comenzarían sus hermosas vacaciones juntos, que a pesar de no ser las primeras, serían las más especiales.

João sacó su celular y se dedicó sacarle fotos al paisaje que estaban viendo, el mar totalmente tranquilo y las palmeras adornando su camino. Hasta que notó una fuerte mirada sobre él. Agostina. Lo veía con una gran sonrisa, y esos ojos verdes que le transmitían tantas cosas pero, especialmente, amor y seguridad.

—Dale, te tomo fotos. —Hizó un ademán con su cabeza, haciéndola reír por lo bajo.

Hizo de su modelo un rato, posando para su cámara y aprovechando lo lindas que estaban las calles de la isla para servir de fondo, hasta que decidieron seguir caminando y apreciar de sus últimas horas allí, mientras esperaban que Enzo y Valentina dieran señales de vida. La pareja había salido a recorrer un poco más con su pequeña hija, llevándola algún zoológico que estuviera cerca como a pequeños parques donde ella pudiera disfrutar hasta la hora de la cena, donde todos se reunirían a pasar una última noche juntos antes de que tuvieran que partir.

Agostina comenzó a contarle lo que había hablado con su hermano hace unas horas mientras caminaban hasta el restaurante en el que habían quedado como punto de encuentro. Lucas cada día estaba más grande y maduro y ella no podía creer estar viviéndolo desde un lugar tan cercano.

—Me encanta escucharte. —La interrumpió, haciéndola girar a mirarlo con una sonrisa. —Sé que ya te lo dije trescientas veces en el viaje, pero perdón si algún día te lastimé. —Se sinceró, entrelazando sus dedos.

—Basta con eso. —Negó suavemente, acercándose a pasar un brazo por su cintura y abrazarlo mientras seguían caminando por las calles de Mallorca. —Lo que menos vas a hacer es lastimarme, Joa, eso seguro.

—Te amo. —Besó su cabeza mientras pasaba su brazo por sus hombros para acercarla a él.

—Te amo.

No tardaron mucho en llegar al restaurante, después de todo era cerca y se comía bastante bien. Ambos siguieron hablando de distintas cosas, desde los partidos de selección que tendría João en Junio, hasta lo que querría que fuera su futuro en el Atlético.

Agostina parecía no querer llegar a la pregunta que tanto les intrigaba, ¿qué haría ella? Si bien João no tenía intenciones de salir de España, ella tampoco tenía las mismas de salir de Inglaterra. Había vivido sus primeros años de carrera en Estados Unidos y apenas tuvo la oportunidad de crecer un poco más, se mudo a Inglaterra en busca de seguir su camino, por lo menos hasta que lo conoció a él. Sabía que no era nada fácil una relación a distancia, ya lo había vivido con él y nada había salido como se debía, y estos cinco meses que habían estado cerca se lo habían demostrado. No podía estar alejada de João tanto tiempo.

Pero por otro lado estaba Enzo y lo sabía.

—¡Eh, puto! —La reconocible voz de Enzo los hizo girar.